Quienes estaban pensando en ofrecer su vivienda en alquiler vacacional ya tienen una primera herramienta para saber si podrán hacerlo y durante cuánto tiempo. El Consell presentó ayer la esperada zonificación, un mapa de Mallorca segmentado en siete áreas que oscilan entre la prohibición total y una permisividad prácticamente libre de restricciones. Un primer y polémico apunte: esta actividad se permitirá durante un máximo de sesenta días al año en zonas del litoral que el propio Consell reconoce como "saturadas" en la costa de Llucmajor y Calvià.

Esta zonificación es por ahora una propuesta que se convertirá en definitiva cuando se incluya en el Plan de Intervención de Ámbitos Turísticos (PIAT), cuya aprobación está prevista para este primer semestre.

El Consell ha dejado la puerta abierta a cambios. Y no solo a los que puedan llegar de la mano del PIAT. Los ciudadanos dispondrán de un plazo de un mes para presentar alegaciones. También habrá reuniones con todos los ayuntamientos, que podrán plantear las objeciones que consideren. Eso sí, la consellera de Territorio e Infraestructuras, Mercedes Garrido advirtió ayer de que solo atenderá las propuestas que sean "más restrictivas" que el actual planteamiento. Según el calendario que maneja la institución insular, la zonificación definitiva no será aprobada hasta el verano.

Palma queda fuera de este mapa porque todavía está trabajando en su propia zonificación.

Dos de las siete áreas prohíben completamente el alquiler turístico. En suelo rústico protegido, por razones obvias, y en un área incluida en el último momento bautizada como 'zona de exclusión'. Se refiere a polígonos industriales como el de Son Noguera, en Llucmajor, y a una servitud aeronáutica próxima a Son Sant Joan.

Las otras cinco divisiones permitirán esta actividad bajo diversas premisas. Los "núcleos del litoral no saturados" y los "núcleos de interior" son las dos áreas que ofrecerán mayor flexibilidad a la hora de comercializar una vivienda vacacional.

El primer caso incluye extensas porciones de terreno diseminadas por diferentes puntos de la costa mallorquina, especialmente en el Llevant, Platja de Muro y Calvià. Se libra el litoral de la Serra de Tramuntana con las excepciones del Port de Sóller o el Port d'Andratx. En esta zona será legal alquilar tanto en unifamiliares (chalets y casas) como en plurifamiliares (pisos en edificios) los 365 días del año.

También habrá vía libre en el área bautizada como "núcleos de interior": Inca, Manacor, Marratxí y otra veintena de centros urbanos que, según el criterio del Consell, todavía no sufren una excesiva presión turística. También aquí propietarios y empresas podrán ofrecer sus viviendas en alquiler (unifamiliares y plurifamiliares) todo el año.

31 núcleos de interior saturados

En contraste, se ha establecido un área específica para los "núcleos de interior maduros o saturados" con algunas restricciones. El Consell ha contabilizado hasta 31 y en esta relación figuran localidades como Santanyí, Valldemossa, Ariany, s'Esgleieta o ValldemossaArianyPollença. En estos casos el alquiler vacacional estará permitido sólo sesenta días al año y siempre que la vivienda sea la residencia habitual del propietario.

Se ha establecido una segunda zona en la que la comercialización de pisos turísticos solo será legal sesenta días: "núcleos litorales turísticamente maduros o saturados". Son Palmanova, Magaluf, Paguera, Santa Ponsa y Platja de Palma (la parte que discurre por Llucmajor).

"El alquiler de sesenta días tanto en unifamiliares como en plurifamiliares es una apuesta por la economía colaborativa", justificó Garrido.

En todo caso, todavía no está claro si esos 60 días serán consecutivos -dos meses- o el propietario los podrá elegir de manera alterna en cualquier momento del año.

La última área, y la más extensa, se refiere al "suelo rústico común". Es decir, miles de hectáreas que ocupan la mayor parte de la isla, con excepción de la Serra de Tramuntana. En esta división un propietario podrá alquilar a turistas todo el año si tiene una vivienda unifamiliar. Si vive en un plurifamiliar, únicamente podrá comercializar su piso sesenta días al año. "Un 37% de las viviendas comercializadas están en suelo rústico. Es un porcentaje muy elevado que nos preocupa", admitió Garrido. "También nos preocupa que las infraestructuras y los recursos estén sobrecargados", añadió.

La consellera de Territorio e Infraestructuras del Consell defendió que "el hilo conductor que ha movido esta zonificación es preservar el derecho a la vivienda de los residentes", al tiempo que aseguró que pretende evitar que "los pueblos pierdan su identidad y acaben convertidos en parques temáticos".

Garrido desgranó algunas cifras sobre el alquiler vacacional en Mallorca para combatir el "alarmismo" con el que, según su criterio, se trata en ocasiones esta actividad.

Según datos de septiembre de 2017, las plazas turísticas en Mallorca sumaban 438.516. De ellas, 259.057 correspondían a establecimientos hoteleros. Las plazas de alquiler vacacional rondaban las 40.000, mientras que otras 45.149 estaban en tramitación. Finalmente, hay en torno a 11.000 plazas pendientes de iniciar la tramitación.

"La oferta de estancias turísticas en viviendas suponen el 30% del alojamiento turístico en Mallorca. Se están comercializando unas 20.000 viviendas. Es decir, un 4,4% del total del parque de viviendas de la isla. Es un dato para relativizar algunas informaciones alarmistas", indicó la consellera.

"La oferta no reglada en 2016 era el 54%. En 2017 disminuyó hasta situarse en el 31% gracias a la ley turística aprobada en verano. Donde más se concentra esta oferta es en Palma. En total quince municipios concentran el 80% de la oferta no reglada", asumió.