Si primero fue el Govern que la negó y luego la acabó asumiendo, ahora es el propio Gobierno de Mariano Rajoy quien admite que la saturación turística es real en España. No con el término saturación, sinó "congestión". El ministro de Turismo, Álvaro Nadal, ha abierto el foro de Exceltur que reúne a todos los magnates del sector en Madrid, admitiendo el fénomeno y celebrando que "hemos sabido gestionarlo". Nadal, que ha cifrado en 82 millones los turistas que pasaron por España en 2017, ha señalado que "es inevitable que se produzca una congestión, que es lo que ha ocurrido", pero que "se ha podido gestionar porque desde el sector público como el privado se han reforzado las infraestructuras, los servicios y la red de transportes".

El ministro ha apuntado como una de las causas de esa "congestión", según su propia terminología, la oferta de alquiler turístico, "que es demandada por el visitante pero que exige regulación", ha defendido. Nadal ha recordado que algunas autonomías, como Baleares, han aprobado normativas para regular esta actividad y si bien ha dicho que "la están regulando con mayor o menor fortuna", ha recordado que "es competencia exclusiva" y que el Gobierno no puede entrar. "Nosotros hemos hecho todo lo que podíamos hacer con el control fiscal de esta actividad", ha explicado.

Por otro lado, medio año después de haber elevado la acción de protesta contra el turismo del colectivo Arran en el Moll Vell a una preocupación nacional con el nombre de turismofobia, el ministro de Turismo ha abierto el foro de Exceltur volviendo a poner este fenómeno en el centro del debate turístico y rechazando el término que el mismo acuñó: "No hablaría de turismofobia, yo lo llamaría vandalismo", ha censurado el ministro, que la ha atribuido al "uso partidista del turismo".