La presidenta del Govern, Francina Armengol, devuelve la presión por la aprobación de los presupuestos generales a Cristóbal Montoro. La presidenta contestó ayer al PP que "no se pueden aprobar unos presupuestos que no existen" y retó al ministro, con el que se verá hoy las caras en Madrid, a presentarlos y buscar los apoyos necesarios para aprobarlos, o, de lo contrario, dimitir.

La presidenta se reunirá hoy con el ministro de Hacienda para hablar sobre el nuevo Régimen Especial para Balears (REB) y lo hará con el recorte de 67 millones a la financiación del archipiélago como telón de fondo, y el tema no quedará en el tintero. Armengol aseguró ayer que "reivindicará lo que es justo para Balears" y que reclamará que lleguen a las islas los 1.779 millones previstos, ya que, avanzó, "lo que seguro no haremos será recortar derechos e inversiones para los ciudadanos".

El recorte en la financiación se produce por la necesidad de Montoro de prorrogar las cuentas del año pasado a falta de apoyos para sacar adelante las nuevas. Desde el PP balear, primero su portavoz, Marga Prohens; luego el secretario general, Toni Fuster; y la última, la delegada del Gobierno, María Salom, han presionado en la última semana al PSIB para que apoye los presupuestos de Rajoy si no quieren perder los 67 millones para las arcas de Balears.

Ayer, en declaraciones a los medios, Armengol respondió al PP pidiendo "qué presupuestos debe apoyar si Montoro aún no ha presentado ningún presupuesto". "No se pueden aprobar unos presupuestos que no existen", señaló la presidenta, subrayando que el ministro no haya ni tan solo iniciado la tramitación parlamentaria para debatir sus cuentas. "Lo que debe hacer Montoro es presentar los presupuestos, buscar los apoyos para aprobarlos o, de lo contrario, que dimita", retó Armengol al ministro de Hacienda.

Si bien la presidenta descartó "un frente común" con otras comunidades, afectadas igualmente por la prórroga de las cuentas estatales, dio por hecho que "iremos aliados con otras autonomías, porque cada presidente que ha aprobado su presupuesto en el Parlamento también defenderá los intereses de sus ciudadanos".

La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, fue una de ellas. La andaluza, dividida con Armengol cuando se debatía sobre si el PSOE debía abstenerse o votar no a la investidura de Rajoy, cargó ayer contra el presidente del Gobierno por "no estar actuando ni con rigor ni con seriedad" y denunció que quiera "chantajear a los comunidades con los presupuestos del Estado cuando lo que tenía que hacer el Gobierno central es su trabajo". Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha de Emiliano García-Page, también reclamaron que "Montoro deje de tomar como rehenes a las comunidades y apruebe sus cuentas".

Tanto en Andalucía como en Castilla-La Mancha recordaron algo que también denunció Armengol: que finalizado el año 2017, aún no hay nuevo modelo de financiación autonómica.

"Montoro, enemigo número uno"

A la vez que Armengol efectuaba estas declaraciones, los portavoces parlamentarios de los partidos del Govern, PSIB y Més, arremetían duramente contra Montoro por el recorte de los 67 millones que debía recibir este año el Govern a cuenta del sistema de financiación, de acuerdo con los datos que dio el propio Gobierno central al Ejecutivo balear y con los que este elaboró sus presupuestos autonómicos para 2018.

El portavoz socialista, Andreu Alcover, acusó al Gobierno central de "triple traición" a Balears ya que 2017 acabó sin el nuevo modelo de financiación autonómica que prometió Mariano Rajoy, sin un borrador para el REB y, ahora, con este recorte de 67 millones en los fondos que recibirá la Comunidad Autónoma. Para David Abril, portavoz de Més per Mallorca, Montoro es "el enemigo número uno de Balears"

Alcover recordó que el Govern elaboró y aprobó sus presupuestos de acuerdo a los datos que le dio el Ministerio, por lo que cuentan con las partidas de gasto ya establecidas. Así, el recorte de Montoro supone obligar a la Comunidad Autónoma a "incumplir" dos normas impuestas por el propio Ministerio: la de la regla de gasto y la del déficit. "Es un robo con todas las letras", afirmó.

Insistió en que se trata de un "chantaje político""chantaje político" con el que el Gobierno central busca presionar para que el PSOE apoye sus presupuestos, a pesar de que ni siquiera ha presentado las cuentas públicas para 2018 tal y como está obligado por la Constitución. "¿Qué quieren? ¿Que se le de un cheque en blanco a Montoro apoyando unos presupuestos que ni siquiera existen?", dijo Alcover quien criticó que el líder del PP balear, Biel Company, no se haya pronunciado sobre este asunto mientras que la delegada del Gobierno, la popular María Salom, lo ha hecho para defender que el recorte se debe a la prórroga de los presupuestos estatales y que la manera de evitarlo es que el PSOE facilite la aprobación de las cuentas del Gobierno de Rajoy.

"El PP balear debería tirar menos de argumentario y más de argumento", dijo Alcover quien consideró que la decisión de Montoro de recortar 67 millones de la financiación que debían recibir las islas obedece "a un chantaje político", por un lado, pero también a que el Gobierno de Rajoy "no puede consentir que Comunidades Autónomas en las que gobernaron" los populares y ahora gestionan ejecutivos progresistas "hayan revertido sus recortes".