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Miedo a la factura de la luz

"En casa vamos con guantes y abrigo"

Lola vive en el pozo desde el divorcio de su marido maltratador: "Mis hijos y yo pasamos frío, muchas veces solo hay encendida una bombilla"

Fatou vive con "angustia" cada mes esperando la factura de la luz. j. b.

"Todo empezó con un divorcio por malos tratos, con amenazas de muerte incluidas. Cuando conseguí dar el paso me sentí sola. Detrás de ti no hay nadie. Un juez decretó que al haber menores en casa al padre le tocaba pagar una parte, pero se niega a hacerse cargo pese a que puede. Es alto funcionario del Estado y cobra cerca de 5.0000 euros al mes", cuenta Lola, murciana afincada en Mallorca desde hace años y con dos menores a su cargo.

Lola vivió una vida acomodada durante años hasta que la vida, y su expareja, le sembraron el camino de obstáculos. No encuentra trabajo en un mercado laboral que penaliza especialmente a las mujeres de más de cincuenta años. Vive de la ayuda de 426 euros. De aquellos tiempos de opulencia le queda el chalet en el que vive con sus hijos a las afueras de Palma: grande y frío. Sin poder pagar la calefacción.

"No ponemos calefacción, ni en verano ni en invierno. Pasamos frío, nos acostamos con la ropa que vamos a llevar al día siguiente. Por la noche vemos un rato la tele en la cama para darnos más calor. Si tengo que cocinar, busco alimentos que ya están en el bote para no gastar tanto en la cocina. Tienes que ahorrar energía; muchas veces solo hay encendida una bombilla", explica Lola, que prefiere ocultar su rostro por miedo a su exmarido.

"En casa vamos con el abrigo y con unos guantes de los chinos de esos que te dejan los dedos libres para coger cosas", ilustra.

Servicios sociales "arbitrarios"

La mujer asegura que no recibe ninguna ayuda para afrontar la factura de la luz. "Nos han devuelto algunos recibos. Una amiga me pagó la factura justo antes de que me cortaran la luz porque luego el enganche -volver a darse de alta- es muy caro", lamenta.

Lola recibe la ayuda de la Associació Dignitat i Solidaritat (ADIS). Su portavoz, Miquel Coll, critica la "desprotección" de la mujer por los servicios sociales de las islas. "Son muy arbitrarios. Dicen que una mujer maltratada tiene muchas ayudas, pero aquí vemos que no. Si le pasa algo, los políticos le harán un minuto de silencio. Sesenta euros cada dos meses, esa es la política social que recibe una mujer con dos hijos a su cargo", critica Coll.

Esos sesenta euros son una ayuda para comprar en el supermercado. "Solo productos de marca blanca y de primera necesidad", apunta Lola.

También teme a la factura de la electricidad Fatou Gueye Fall Diop, senegalesa residente en Mallorca desde hace quince años. "Trabajo como camarera de piso, pero solo en verano. En invierno no tengo nada, solo la ayuda de 426 euros. Y pagando un alquiler de 430, así que vivo una situación muy complicada", explica.

Fatou, con dos menores a su cargo, recibe ayuda de la Cruz Roja para afrontar el pago del recibo. ·De momento me han pagado una factura de la luz. La siguiente todavía no me ha llegado y no sé si me la van a pagar. Vamos tirando, pero es angustioso. Sobrevivimos como podemos", lamenta.

"Cada mes pago entre 40 y 50 euros. Tienes que elegir entre ir al supermercado o pagar la factura. Y lo primero es comer, claro. En la Cruz Roja nos dijeron que tenemos que hacer un curso de cómo ahorrar electricidad en casa. ¿Pero cómo ahorras con dos hijos?", se pregunta la senegalesa.

Por la noche Fatou mira la tele un rato "agobiada" por no saber si podrá pagar la factura. Sin embargo, dice tener confianza en el futuro. "Siempre, desde que llegué a Mallorca, lo he tenido difícil. Si algún día consigo ahorrar volveré a mi país, allí tengo mis raíces", sentencia.

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