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Servicios sociales

Familias sin niños y pensiones bajas cuatriplican el coste de la renta social

Los nuevos beneficiarios elevan de dos a ocho millones el dinero abonado en 2017 de la ayuda del Govern

Una voluntaria reparte alimentos básicos en la cola del convento de los Caputxins. stringer

Los nuevos beneficiarios de la renta social del Govern multiplicaron por cuatro su coste en 2017. Las personas mayores sin recursos perceptoras de pensión no contributiva y las familias sin niños pero con dificultades económicas elevaron de dos a ocho millones de eurosde dos a ocho millones de euros el dinero abonado por la ayuda este pasado año.

Si en su primer año, en 2016, el Govern apenas llegó a gastarse dos de los veinte millones de euros previstos para la renta social; según datos de Servicios Sociales, en su segundo año, la ayuda ha superado los ocho millones. Un aumento que ha venido motivado por los perfiles incorporados en este segundo año de aplicación.

Mientras en el primer ejercicio sólo familias con menores a su cargo podían solicitar la ayuda; en 2017 la conselleria de Servicios Sociales la amplió a personas mayores que viven solas perceptoras de pensiones no contributivas -por debajo de los 400 euros- y familias sin menores a cargo pero con pocos recursos. Los nuevos perfiles han supuesto ampliar la ayuda de las apenas 200 familias en 2016 a más de 5.000 a lo largo de 2017. En estos momentos, la renta social beneficia a más de 8.548 personas en el archipiélago: 1.154 familias y 4.093 perceptores de pensión no contributiva.

Cabe recordar que la ayuda es de hasta 680 euros para las familias y de 108 euros para las personas solas que la complementen con su pensión no contributiva, alcanzando los 500 euros al mes.

El aumento de los beneficiarios, especialmente al finalizar la temporada turística, colocó el coste de la ayuda en noviembre y diciembre por encima del millón de euros: 1,2 en noviembre y 1,3 millones en diciembre. De modo que sólo en los dos últimos meses del año se superó el dinero destinado a la ayuda a lo largo de todo el año anterior, en que la renta social se pagó durante ocho meses -entró en vigor en abril del 2016.

Ahora, mayores de 45 años

En la conselleria han observado cómo en los dos últimos años muchas solicitudes de prestación y los perceptores caen al empezar la temporada turística ya que encuentran trabajo y vuelven a subir cuando finaliza el verano.

Pese al aumento del coste de la renta social, el Govern ha decidido bajar en 2018 el dinero previsto para ella. Los presupuestos de este ejercicio preven gastar 16,5 millones y no 20 como en los dos años anteriores, en los que en un año como en otro sobraron y acabaron destinándose a otras áreas.

No obstante, desde Servicios Sociales la previsión es que la ayuda siga aumentando. Principalmente por la incorporación de un último perfil: el de las personas solas mayores de 45 años con ingresos por debajo de los 429 euros mensuales, que desde ayer ya pueden solicitar la ayuda al Govern. Así, el único colectivo que queda fuera de la renta social es el de las personas solas de entre 25 y 45 años; el perfil que, sin embargo, se considera el más fácil de insertar en el mercado laboral. De hecho, si bien no tienen acceso a la renta social si pueden solicitar la renta mínima de inserción, la ayuda condicionada a pasar un proceso de inserción sociolaboral y que gestiona el Consell insular.

Después de incluir los mayores de 45 años sin recursos entre los beneficiarios de la renta social, Servicios Sociales celebra haber hecho llegar la prestación a todas las bolsas de pobreza de las islas.

Aunque los 20 millones de los dos últimos años han acabado siendo más que suficientes, desde la conselleria recuerdan que si con los mayores de 45 años se tuviera que superar los 16,5 millones previstos en 2018, la ley que regula la renta social obliga al Govern a cubrir este nuevo derecho.

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