Baleares ha comenzado 2018 con el dudoso honor de ser la autonomía en la que más difícil resulta a sus habitantes afrontar el coste que supone la adquisición de una vivienda nueva, según el último informe elaborado por Sociedad de Tasación. En concreto, los años de sueldo que un isleño debe dedicar a la compra de un piso duplican la media del conjunto de España.

El estudio elaborado por esta asesora inmobiliaria pone de relieve que las islas son la cuarta comunidad con el precio de la vivienda más alto del país (si tomamos como referencia la situación de sus capitales ), lo que sumado a unos salarios medios más bajos explican la situación antes mencionada.

Para empezar, este precio se sitúa en el archipiélago en una media de 1.951 euros por metro cuadrado construido, un importe que solo superan Cataluña (3.452 euros), Madrid (3.167) y País Vasco (2.596). Como referencia, la autonomía más económica en este campo es Extremadura, con una media de 1.148 euros por metro cuadrado. En el caso de las islas, eso supone además que se ha registrado un encarecimiento a lo largo del último año del 4,1%, algo más moderado que el de la media de España, cifrado en un 5%.

El problema radica en que los salarios de Baleares son apreciablemente inferiores a los de las tres autonomías con las viviendas más caras, lo que explica que los residentes en el archipiélago se vean obligados a afrontar mayores dificultades a la hora de adquirir un inmueble.

Según Sociedad de Tasación, un isleño se ve obligado a dedicar 14,7 años de su salario para poder ser propietario de una residencia, muy por delante de los 8,4 años de Cataluña o los 8,1 de Madrid (estas tres zonas son las que presentan los mayores problemas de accesibilidad), y duplicando prácticamente los 7,6 años de la media estatal.

Aún lejos del máximo

Un aspecto señalado por Sociedad de Tasación es que la situación balear es la más problemática del país, pero no resulta en estos momentos la peor por la que han atravesado los isleños.

En concreto, se subraya que el precio máximo en el archipiélago se registró poco antes de iniciarse la crisis (concretamente durante el segundo trimestre de 2007), momento en el que el valor medio de una residencia se situó en los 2.478 euros por metro cuadrado construido.

También se pone de relieve que antes de que se registrara el citado ajuste fruto del estallido de la burbuja inmobiliaria, los residentes en Balears se encontraron con la necesidad de dedicar más de 23 años de su salario para poder ser propietarios de un piso.

Esta dificultad para poder acceder a un inmueble en las islas lleva muchos meses siendo denunciada por los propios empresarios del sector, al señalar desde la patronal balear de promotores inmobiliarios que solo se está edificando nueva vivienda "para ricos" a causa de la ausencia de suelo a un precio asequible, especialmente en aquellas poblaciones con una mayor demanda, como puede ser el caso de Palma o Calvià. Eso provoca además un nuevo flujo de personas hacia los municipios de la part forana en busca de inmuebles con un valor más asequible.

Confianza inmobiliaria

Desde esta empresa asesora se señala igualmente que Baleares es la segunda autonomía con el nivel de confianza más alto en el sector inmobiliario, superada solo por Madrid.

Varios son los factores que determinan estas buenas perspectivas empresariales en el archipiélago, empezando por la evolución positiva que se asigna a su economía, capítulo en el que se enmarca la generación de puestos de trabajo.

Pero igualmente favorables son las previsiones que se hacen respecto a la futura evolución de las ventas, tanto por lo que se refiere a la adquisición de la vivienda habitual como en lo relacionado con la compra de segundas residencias.

Además, se apuesta por que los precios van a seguir evolucionando al alza durante 2018 a ritmos similares a los que se dieron a lo largo del pasado año.

Un apartado que ha incorporado Sociedad de Tasación a su informe es el relativo a la rentabilidad que se está alcanzando con la vivienda de alquiler. En el caso de Baleares se señala que con una vivienda tipo de 85 metros cuadrados esa rentabilidad se sitúa en un 7% de la inversión realizada (la media en las islas se cifra en un 6,4%), muy por encima de la que ofrecen las entidades financieras por sus depósitos.

Pero además, se pone de relieve el fuerte incremento que esa rentabilidad está alcanzando, con una creciente demanda del alquiler especialmente entre el segmento joven de la población. Hay que recordar el boom que el archipiélago viene registrando en esta materia.