Si un conductor que circula por la autopista de Calvià decide pisar el acelerador a fondo, mejor que tenga cuidado al llegar al kilómetro 15,5 de este eje viario, porque en ese punto se encuentra el rádar más "multón" de Mallorca, según los datos facilitados por Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Entre el 1 de enero de este año y el pasado día 23 de octubre el citado dispositivo ha generado 11.378 denuncias, con diferencia la cifra más alta de las islas y que prácticamente duplica la que ha contabilizado el segundo radar que más multas lleva aplicadas durante este ejercicio, como es el situado en el kilómetro 30,1 de la autopista de Llucmajor, con un total de 7.080.

El tercer lugar lo ocupa el dispositivo situado en el kilómetro 16,1 de la autopista de Inca, con 5.244 sanciones impuestas a lo largo de esos casi 10 meses.

El hecho de que la mayoría de los radares estén situados en autopistas y autovías es un factor que lleva al presidente de AEA, Mario Arnaldo, a cuestionar la estrategia de la dirección general de Tráfico en relación a estos aparatos. En su opinión, con este reparto no se consiguen ni evitar los excesos de velocidad ni los accidentes, "convirtiendo los radares en meros instrumentos de recaudación".

La tesis mantenida por la citada asociación y por profesionales del transporte es que en una autopista resulta más fácil que se superen los límites de velocidad fijados, pero el diseño de estos ejes viarios y su mayor seguridad hacen que la cifra de siniestros mortales por esta causa sea menos relevante que la que se da en otras vías de carácter secundario y en la que la circulación se registra en ambos sentidos, con una tasa de siniestros graves mucho más acentuada. Sin embargo, el hecho de que en una autopista haya un mayor volumen de vehículos circulando hace que los ingresos obtenidos sean mucho más importantes, según se alega.

Rentabilidad de los radares

Según el informe de AEA, ciertamente estos dispositivos resultan rentables para Tráfico. En esos casi diez meses la recaudación obtenida a través de las multas generadas por los radares de Balears ha ascendido a 1,9 millones de euros. Y según se destaca desde la citada organización, está cantidad no incluye aquellas multas que aun está pendientes de pago. Solo en el aparato situado en el kilómetro 15,5 de la autopista de Calvià, esos ingresos han alcanzado los 402.000 euros.

Todo ello pese a que las islas forman parte de la minoría de autonomías en las que estas denuncias están evolucionando a la baja durante este año, ya que durante ese mismo periodo de tiempo de 2016 habían ascendido a 54.515, mientras que en 2017 esta cifra se sitúa en 53.893 (una media de 182 diarias) lo que implica que durante este ejercicio se está dando un descenso del 1,1%. Como referencia, en el conjunto de España la evolución es la inversa, con un ascenso del 4%.

También los ingresos se reducen en el archipiélago, ya que el importe cobrado durante ese periodo de 2016 fue de 2,3 millones de euros, lo que supone que durante el presente año se está dando un recorte superior al 17%.

En cualquier caso, no conviene subestimar el papel que los radares juegan como advertencia para los conductores con predilección por la velocidad.

Porque diferentes estudios sitúan la velocidad inadecuada como la segunda causa de los siniestros mortales, solo superada por las pérdidas de atención de la persona que maneja el vehículo, un problema que se ha visto acentuado por el manejo de dispositivos móviles cuando se está al volante. Un matiz: velocidad inadecuada no significa necesariamente que se superen los límites máximos, sino que ésta no se adapta a la situación de la vía (no es lo mismo circular por una autopista a 120 kilómetros por hora con el asfalto seco y poco tráfico a hacerlo con el piso mojado y una elevada densidad de vehículos).

Respecto a la situación de este año, hay que tener en cuenta que el rádar de la autopista de Ponent se ha puesto en cabeza en una temporada con un enorme volumen de coches de alquiler circulando por la red viaria mallorquina y siendo un eje que comunica Palma con algunas de las zonas turísticas más importantes del archipiélago.

Cambio de líder

En ejercicios anteriores ese liderazgo había recaído en dispositivos situados en la autopista de Inca o en el enlace de Manacor con Porto Cristo, viales que en cualquier caso presentan también un elevado volumen de sanciones por velocidades excesivas a lo largo del presente ejercicio.

Como se ha indicado, el citado radar del eje de Calvià (MA-1) es el más "multón" de Balears (usando la terminología de la AEA), con 11.378 denuncias entre el 1 de enero y el 23 de octubre, lo que supone una media de 38,4 diarias. La recaudación conseguida gracias a él asciende a 402.606 euros.

El segundo y tercer lugar lo ocupan las instalaciones antes señaladas de las autopistas de Llucmajor (MA-19) y de Inca (MA-13), con 7.080 y 5.244 multas respectivamente, y unos ingresos de 207.850 y 188.395 euros, por ese mismo orden.

Para encontrar el cuarto radar más "multón" del archipiélago hay que trasladarse hasta Menorca, y más concretamente a la carretera que enlaza Maó y Ciutadella (ME-1), con 4.841 sanciones y unos ingresos conseguidos que ascienden a 224.650 euros.

El quinto puesto vuelve a recaer en Mallorca, y más concretamente en el aparato ubicado en el kilómetro 5,2 de la carretera que comunica Manacor y Porto Cristo. En este caso, las denuncias se cifran en 4.171 y los ingresos ya obtenidos en los 161.000 euros.

El sexto radar con mayor número de infracciones detectadas está situado en el kilómetro 52,5 de la carretera de Manacor (MA-15), en el tramo entre esta población y Sant Llorenç, con 3.198 multas y unos ingresos cobrados por la DGT por valor de 127.950 euros. En séptimo lugar aparece el aparato que está en el kilómetro 50,2 de la carretera de Pollença (MA-2200), con 2.992 denuncias y 108.100 euros cobrados, mientras que en el octavo hay que volver a Menorca, y de nuevo a la ME-1 en su kilómetro 21,2, con 2.767 sanciones y un cobro por valor de 89.000 euros.

El noveno y décimo radar se encuentran en Eivissa, concretamente en el kilómetro 5,4 de su carretera de Sant Joan de Labritja (2.649 multas y 68.300 euros), y en el 15,5 del eje PM-803 que enlaza Sant Antoni y Sant Josep (2.610 multas y 96.000 euros).

Como referencia, hay que señalar que la actividad de los radares más "multones" de España superan ampliamente a los de Balears: el líder aparece en la N-VI a su paso por Segovia, con 54.911 denuncias y 2,5 millones de euros recaudados, más que todos los de las islas juntos.