El debate de presupuestos acabó convertido ayer en una suerte de investidura de Bel Busquets. La nueva vicepresidenta y consellera de Turismo estrenó el cargo y protagonizó el pleno del Parlament, en el que tuvo que defender las cuentas elaboradas por su antecesor en el área, Biel Barceló. La oposición aprovechó para "darle la bienvenida" y hurgar en la tensión entre los socios del Pacto a raíz de su elección. El PP definió a la presidenta Francina Armengol de "jarrón chino" por "tener que comerse con patatas una vicepresidenta que no quiere""tener que comerse con patatas una vicepresidenta que no quiere" y emplazó a Busquets a "agradecerle" a la presidenta "haber sido quien más la ha cuestionado".

La nueva vicepresidenta se ciñó a leer su intervención y esquivó las críticas: "No sé a qué han venido, pero yo he venido a defender unos presupuestos. Hacen política de salsa rosa y yo no he venido a eso".

Fue el primer pleno en el que la nueva vicepresidenta del Govern, Bel Busquets, se sentó en su nuevo escaño y le tocó defender los presupuestos de su conselleria. Unos presupuestos que Busquets recordó que ha elaborado su predecesor Biel Barceló, pero que ella, explicó, "asume como propios"; y que la oposición auguró como "los últimos" de esta legislatura. Aunque la oposición, en especial el Partido Popular, aprovechó para hurgar en la división en el Pacto por su nombramiento, ella pasó de puntillas y se limitó a describir las cuentas de su área y rechazar "la política de salsa rosa".

"Demostrar su capacidad"

El diputado del PP, Miguel Jerez, describió una conselleria de Turismo "reventada por los escándalos, los juzgados, los contratos, los viajes caribeños, los incumplimientos del código ético y las dimisiones" y afirmó que Busquets llega "lastrada por Més". "No le diré que no valga para el cargo o que no tenga capacidad. Todavía no ha tenido la oportunidad de demostrar nada. Pero debe agradecerle a los suyos y a la persona que tiene a su derecha [Francina Armengol] por haberla cuestionado más que nadie", le espetó el diputado popular, que señaló que "después de todo está aquí más fresca que una lechuga".

Con todo, Jerez acabó emplazándola a "generar empatías con un sector al que no ha hecho más que cuestionar. Aunque usted no crea en el Turismo y crea que es el responsable de todos los males".

PP, Pi y Ciudadanos recordaron a la vicepresidenta que en el año y medio que le queda tiene por delante la regulación del todo incluido, la regulación de los rent a car o el traspaso de competencias a los consells. "Usted me habla de sus presupuestos, pero todas estas cuestiones no tienen una solución en sus presupuestos", le reprochó el portavoz del Pi, Jaume Font. "Hubiera podido aprovechar para demostrar su capacidad y responder estas cuestiones", acabó lamentando el regionalista.

Mientras, Busquets se limitó a repasar los números de sus cuentas. Sólo entró al trapo para pedir al PP si "estabilidad" es "tener en cuatro años dos consellers de Turismo, imputados los dos, uno en el caso Rocamar y otro en el caso Calanova; tres de Salud, tres de Educación y dos de Hacienda".

Más allá de la intervención de Busquets, los partidos de la oposición apelaron a la última crisis del Pacto, en el que en el seno de Més se llegó a meditar reventar los presupuestos si Armengol no aceptada a Busquets como su número dos, para augurar que estos serán "los últimos presupuestos de la legislatura" y los próximos, "con unas tensiones que habrán ido a más", deberán ser prorrogados por un Govern en minoría.

"Sus números no cuadran"

"Los últimos presupuestos estuvieron marcados por el culebrón de Podemos con la presidenta del Parlament, Xelo Huertas, y estos llegan inmersos en una crisis dentro de Més y con una presidenta que es poco más que un jarrón chino, que no manda y se tiene que comer con patatas una vicepresidenta que no quiere", inició el diputado popular Antoni Camps la defensa de sus enmiendas a los ingresos previstos.

El popular recordó la oferta del PP de votar a favor de los presupuestos a cambio de su reforma fiscal, para señalar que la presidenta "ha optado por los socios inestables": "Quien duerme con niños, amanece mojado. Y usted, señora Armengol, está meada", le recriminó Camps a la presidenta.

La bajada de impuestos, que contó con el apoyo de Pi y Ciudadanos pero que topó con el voto en bloque del Pacto a todas las enmiendas, fue calificada, precisamente, por PSIB, Més y Podemos de "populismo fiscal". "Ustedes defienden bajar los impuestos y mantener el gasto y eso es incompatible.

Quieren engañar a la gente", acusó a la oposición el diputado de Podemos, Carlos Saura. "Si tuvieran la suerte de que se aprobaran todas sus enmiendas, los presupuestos no cuadrarían", señaló el portavoz del PSIB, Andreu Alcover, al Partido Popular.

El portavoz de Més, David Abril, censuró por "grosera" la intervención de Camps, por hablar de una presidenta "meada": "Quien se mea en los ciudadanos de Balears es el Gobierno del PP de Mariano Rajoy, que nos mea encima y nos quiere hacer creer que está lloviendo",espetó Abril.