"462", "667", "121"... Los números se iban cantando ayer sin cesar en la entrada del auditorio de La Porciúncula, el escenario elegido por la Federación Independiente del Taxi de Balears (Fitib) para celebrar la asamblea. El flujo de números era constante. Cada cifra, un taxista. Mejor dicho, la identificación de ese taxista, su licencia.

Una mujer se encargaba de pasar lista en la entrada, por donde fluían los profesionales del volante para informarse de una de las decisiones estratégicas más importantes que este sector haya debatido en las últimas décadas: plantar cara a su 'bestia negra' (las nuevas aplicaciones de intermediación de transporte) con sus mismas armas y en su mismo terreno.

El colapso a partir de las tres de la tarde de ayer en los accesos y en el aparcamiento del colegio La Porciúncula de s'Arenal daba una primera muestra de la trascendencia de la convocatoria, abierta tanto a asociados de la Fitib como a los no asociados.

Los taxis aparcados -sobre todo de Palma, pero también de la part forana- se podían contar por centenares y tapizaban las calles adyacentes.

Cuando a Pau Arias, uno de los miembros de la directiva de la federación convocante, se le preguntaba si recordaba una asamblea del taxi con tanta gente, su respuesta era directa: "No, no lo recuerdo".

El "arma" de las licencias VTC

Arias hablaba de la asamblea "más importante" de las últimas décadas, al tiempo que incidía en la oportunidad de aprovechar el "arma" de las licencias VTC (vehículos de alquiler con conductor) en poder de la federación. Dentro del salón de actos, los taxistas se fueron agolpando hasta llegar a más de 800 asistentes, según informó posteriormente el presidente de la Fitib, Gabriel Moragues, quien refirió que, incluso, hubo gente que se quedó fuera al no haber más sitio.

"¡Yo he adelantado mis vacaciones en Escocia para venir a la asamblea!", comentaba medio en broma un taxista con unos compañeros.

La asamblea duró unas dos horas, y en ella se expuso la idea de impulsar un proyecto de viabilidad con la vista puesta en la explotación de esas licencias VTC con que cuenta la Fitib.

¿La opinión del sector? Moragues explicó que la gente había apoyado la propuesta. En cualquier caso, la última palabra no residirá en una asamblea, sino en una consulta que tendrá lugar a principios de año.