Biel Barceló dimitió demasiado pronto para los intereses de la presidenta del Govern, Francina Armengol. Con los presupuestos de 2018 aprobadospresupuestos de 2018 aprobados, la jefa del Govern se hubiera planteado, incluso, gobernar en minoría hasta finales de legislatura. Pero resulta que las cuentas del Govern se debaten hoy y los votos de Més son necesarios para sacarlos adelante. Si Barceló se hubiera ido a Punta Cana esta semana y hubiera dimitido la siguiente, fuentes de mucho peso en el PSIB reconocen que "el escenario seria muy diferente y se hubieran podido plantear otras opciones".

Sin embargo, a Armengol no le quedó otro remedio que ceder ante el pulso que le planteaba Més: "Si no aceptas a Busquets no votaremos a favor de los presupuestos el martes", le espetaron el viernes los nacionalistas.

Pese a ello, Armengol intentó amagar la amenaza de Més, negándose a aceptar a Busquets como vicepresidenta y consellera de Turismo, ya que quería un perfil mucho más técnico. Incluso no se reunió con ella el mismo viernes como estaba previsto.

Durante el fin de semana ha habido momentos muy tensos entre los dos socios de Govern y Armengol y todo el PSIB no esconden su enfado con Busquets por haberse autoproclamado vicepresidenta en rueda de prensa haberse autoproclamado vicepresidenta en rueda de prensa sin que la propia presidenta hubiera dicho esta boca es mía. Los de Més dejaron a los pies de los caballos la imagen de Armengol, al evidenciar que la jefa del Govern no puede ni elegir a su propia vicepresidenta.

Por este motivo, Francina Armengol no quiso reunirse con Busquets, ya que le pareció una ofensa su rueda de prensa autoimponiéndose como número dos del Govern.

En esos momentos de alta tensión se pusieron sobre la mesa multitud de posibilidades por parte del equipo de colaboradores Francina Armengol. Descartada la convocatoria de elecciones, el escenario que se vislumbraba era gobernar en minoría. Prescindir de Més y nombrar consellers socialistas en sus áreas. Sin embargo, esto sería posible con los presupuestos aprobados, ya que en 2019 de podrían prorrogar las cuentas y llegar a las elecciones de mayo sin muchas dificultades.

El ultimátum de Més con la exigencia de aceptar a Bel Busquets o votaban en contra de las cuentas hizo que en el Consolat pusieran el freno de mano y a la presidenta no le quedó más remedio que claudicar, ya que sin los presupuestos de 2018 es casi imposible poder gobernar. Pese a ello, las relaciones entre los dirigentes de Més y del PSIB no volverán a ser lo que eran. Los nacionalistas creen que Armengol y los suyos quisieron debilitarles y los socialistas siguen muy enfadados por lo que llaman "la amenaza".

Con todo, ayer la portavoz del PP, Margalida Prohens, abrió otro posible escenario: "La presidenta sabe que podía contar con nuestros 19 votos para los presupuestos si bajaba los impuestos". Una posibilidad que no hay que descartar para futuras negociaciones, en el caso de que el matrimonio entre Més y PSOE se rompa definitivamente.

Jaume Font, portavoz de El PI cree que lo mejor que podía hacer Armengol era convocar elecciones, ya que "tenemos lío cada tres meses". La frase del día la pronunció el portavoz de Ciudadanos, Xavier Pericay: "Empezamos la legislatura con Salvem sa Feixina