La tradicional Copa de Navidad que ofrece el Parlament a los medios de comunicación estuvo ayer marcada por la crisis de Govern, que planeó en todas las conversaciones. Con la ausencia de la portavoz parlamentaria de Més, Bel Busquets, a quien su partido ha decidido aupar a la vicepresidencia y conselleria de Turismo, buena parte de la atención la acaparaba Joana Aina Campomar, cuyo nombre también fue barajado por Més para sustituir a Barceló.

Campomar dejaba claro a quien se le acercaba su firme apoyo a la decisión del partido ya que correspondía a Més en exclusiva decidir quién debía convertirse en la número dos del Govern de Francina Armengol, quien deseaba para Turismo a alguien que conociera el sectoralguien que conociera el sector. Busquets, que no cumple con este perfil, no acuadió ayer a la Copa de Navidad del Parlament.

Poco antes, había comparecido ante los periodistas tras la Junta de Portavoces para dejar claro que ella sería la próxima vicepresidenta del Govern, unas declaraciones que provocaron la ironía de la portavoz popular, Marga Prohens. "No sé si he vivido la autoproclamación de una vicepresidenta", dijo Prohens.

La crisis del Govern quitó protagonismo al presidente del Parlament, Baltasar Picornell, en el que era su primer discurso en la Copa de Navidad de la Cámara. Picornell apeló al compromiso conjunto para que en 2018 el Parlament sea una institución "más cercana".