La presidenta del Govern, la socialista Francina Armengol, dejó ayer claro a Més que el sucesor de Biel Barceló al frente de Turismo debía ser alguien que ofreciera seriedad técnica, que conociera el sector y pudiera mantener unas relaciones adecuadas con él y que tuviera experiencia en gestión pública. Armengol dedicó la mañana de ayer a distintos contactos y reuniones con consellers y con los dirigentes del PSM, que apartó de las negociaciones en el Consolat para la reestructuración del Govern a sus cargos de Iniciativa Verds, incluida la consellera de Servicios Sociales, Fina Santiago.

Aunque no llegaron a poner sobre la mesa una propuesta cerrada, el equipo negociador sí trasladó a la jefa del Ejecutivo su intención de que Barceló fuera sustituido por un diputado del partido, manteniendo unidas la vicepresidencia y la conselleria de Turismo. El problema es que es difícil encontrar el perfil que planteó Armengol entre los seis diputados con los que cuenta Més. El que más se aproximaría sería Antoni Reus, por haber sido alcalde de Santa Margalida, pero desde el PSM se barajaba como primera opción a su secretaria general, Bel Busquets, y como segunda, a Joana Aina Campomar.

Busquets

En el Consolat y en el PSIB tenían ayer la impresión de que los movimientos del núcleo duro del PSM pasaban por colocar a Busquets, que no cumple con el perfil exigido por Armengol, con el fin de potenciarla desde la vicepresidencia y Turismo para ser el próximo cartel electoral de Més. La jefa del Ejecutivo no quiere que esta crisis de Govern se cierre en falso, con decisiones por intereses de partido y sin garantías de que no surgirán más problemas relacionados con Més en el año y medio que queda de legislatura.

Para Armengol, "lo importante no es lo rápido" que se logre encontrar un sustituto para Barceló, sino "que sea la persona idónea", según declaró a primeras horas de la tarde de ayer antes de entrar en un acto en el Palacio de Congresos. Además, recordó que Barceló fue elegido vicepresidente porque fue el candidato de Més a la presidencia del Govern en las autonómicas de 2015 y porque lideraba el partido en ese momento.

La presidenta aseguró que su "intención inicial" era mantener el acuerdo de gobernabilidad que dejaba vicepresidencia y Turismo en manos de Més, salvo que este partido realizara otra propuesta. No obstante, dejó abierta la puerta a que vicepresidencia y Turismo dejaran de estar unidas, aunque precisó que en esos momentos, a primera hora de la tarde, no había "nada decidido". Armengol veía con buenos ojos que Santiago asumiera la vicepresidencia y que Més realizara una propuesta para Turismo, pero el núcleo duro del PSM vetó a la consellera de Servicios Sociales.

Lo que no contempla Armengol es negociar con Més que la conselleria de Turismo quede en manos del PSIB, a pesar de que ayer varios socialistas defendían esta postura, después de un año en el que los casos que afectan a los departamentos gestionados por Més han acabado por dañar la imagen de todo el Govern.

Podemos

Mientras, el portavoz de Podemos, Alberto Jarabo, insistía ayer en que la dirección del partido decidirá si plantea a sus bases la posibilidad de entrar en el Govern. Jarabo, que dejó claro que PSIB y Més deben contar con Podemos para la solución a esta crisis, sostuvo que los partidos del Pacto deben "redefinir" las políticas turísticas del Govern y después decidir quién se colocará al frente, para lo cual es preciso "unos días" para negociar y consensuar "los criterios de aquí a final de la legislatura".