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Entrevista

Ángeles Moreno: "El turismo de negocios y el de sol y playa son como el agua y el aceite"

Moreno dice que "aún no hay datos" del posible desvío de eventos de Barcelona a Palma por la situación política

Ángeles Moreno. pidelaluna / josé a. gámez

La oferta de Mallorca como destino de congresos tiene sus fortalezas y sus debilidades, señala Moreno. Entre las primeras, su potente infraestructura turística que ya existe. Como puntos débiles, menciona, por ejemplo, la falta de vida en temporada baja.

¿Cuáles son los principales referentes de destinos de congresos?

A nivel internacional, tanto Madrid como Barcelona, sobre todo Barcelona, que están en primeras posiciones del ránking ICCA, que posiciona las ciudades que reciben más congresos en el mundo. Barcelona siempre está entre las tres primeras plazas. Y ahora Madrid, entre las cinco.

¿Palma podría llegar a estar en la cabeza de este ránking?

Cuenta con ingredientes fantásticos para estar en la primera liga de ciudades para eventos. Para empezar, tiene un aeropuerto con buenas conexiones internacionales. Con este palacio de congresos, una buena planta hotelera, buen clima, oferta cultural, gastronómica... Si unes esos ingredientes, debería salir un destino líder en Europa para la industria de los eventos.

¿Y cuáles son los puntos débiles de Palma

El gran posicionamiento como destino de sol y playa en el segmento MICE (turismo de reuniones) se ve como algo negativo. Hay que trabajarlo entre administraciones, con los profesionales del sector, para que tengan las herramientas de saber gestionar estos diferentes segmentos. Otro punto débil es la baja actividad fuera de la temporada alta. El cliente MICE no se quiere encontrar parte de la isla sin funcionamiento. Busca vida: restaurantes, tiendas, oferta cultural, museos abiertos, gente en las calles. Es un turista con un impacto económico muy fuerte. El gasto medio por participante MICE es más alto que el de cualquier otro turista.

¿Tan incompatibles son el turismo de sol y playa con el de negocios?

Son dos segmentos, como el aceite y el agua. Hay que saber manejar estratégicamente ambos segmentos. Son polos opuestos. Todo visitante va a dormir en un hotel. Pero luego harán usos diferentes de los recursos del destino. La oferta que debe crearse para unos y otros es totalmente diferente. Y éste es un reto que tiene la isla.

El Palacio de Congresos ha costado sangre, sudor y lágrimas a los contribuyentes mallorquines. ¿Cree que, en un futuro, habrá valido la pena todo este esfuerzo?

El Palacio de Congresos puede ser un dinamizador, y puede abrir puertas a nuevos horizontes que hagan que el ciudadano vea que ha valido la pena. Pero también necesita el apoyo de la industria turística, hotelera y del ciudadano. En otras regiones vemos un rechazo a los turistas. Y eso impacta en el segmento MICE. En este turismo una empresa pone el logo del evento y la imagen de la empresa no puede estar unida a problemas y situaciones incómodas. Es un segmento muy sensible a este tipo de cosas.

¿La situación política en Cataluña ha provocado un desvío de congresos a Palma?

Todavía no hay datos. Es verdad que ellos están preocupados, que hay otros destinos que están siendo considerados para eventos que se realizan en la ciudad. Pero tenemos la esperanza de que ése no sea el objetivo de crecimiento de otros destinos sino que sea que vengan más eventos a España. Esperemos que se cree un entorno de positividad y de garantías jurídicas.

¿Existe algún ejemplo de destino de éxito en el turismo de negocios en el que se pueda fijar la isla?

Málaga, por ejemplo. La ciudad se ha llenado de contenido. Apertura de grandes hoteles, oferta cultural, gastronómica... Se necesita el apoyo de toda la industria. El congresista, el cliente MICE, no ve solamente al director general del palacio de congresos. Verá al recogemaletas, al taxista que le traerá hasta aquí, a la recepcionista... Y todas esas personas deben colaborar para contribuir a la satisfacción del cliente.

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