La delegada del Gobierno, la popular María Salom, y la presidenta del Govern, la socialista Francina Armengol, celebraron ayer el 39 aniversario de la Constitución presidiendo juntas el acto oficial en la Almudaina, una cercanía física que no se trasladó a los mensajes que lanzaron, radicalmente diferentes. Mientras que Salom cuestionó la necesidad de una reforma en profundidad de la Carta Magna, para la jefa del Ejecutivo balear es imprescindible afrontar un cambio de calado que coloque a España en el marco constitucional de un Estado federal. Como telón de fondo, el conflicto catalán. Y también dos visiones opuestas del país relatadas en dos discursos con un marcado perfil político en ambos casos, superior al de celebraciones de la Constitución de años anteriores.

Delegación del Gobierno dejó su impronta no sólo con la intervención de Salom sino también en el guión del acto, con apelaciones constantes a la unidad de España y sus símbolos. Por primera vez en el acto oficial de conmemoración de la Constitución en Balears sonó el himno nacional. Los artículos de la Carta Magna elegidos para su lectura también fueron significativos: el preámbulo, en el que se refiere a la "nación española", su soberanía, el Estado de Derecho y el "imperio de la Ley"; el artículo 56 sobre el Rey como jefe del Estado y el papel de la Corona; el artículo 8 sobre las Fuerzas Armadas y su misión de "garantizar la soberanía y la independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional", el artículo 2 sobre la "indisoluble unidad" de España y el 104 sobre las Fuerzas y Cuerpos de seguridad.

El último artículo de la Constitución que se leyó fue el 27, sobre el derecho a la educación, que en otro momento se hubiera ubicado como el deseo de destacar la vertiente más social de la Carta Magna pero que en el contexto de la jornada de ayer hizo recordar las acusaciones de supuesto adoctrinamiento catalanista en las aulas.

Salom

El discurso de Salom fue una constante apelación a la unidad de España y a la eficacia de la Constitución ante el desafío independentista catalán. "Es una norma fuerte, con una estructura tan sólida y clara que ha permitido aplacar el peor ataque a nuestra democracia en los últimos 35 años y lo ha hecho sin aspavientos, sin prisas ni atajos, respetando los pilares del Estado y la separación de poderes", afirmó la delegada del Gobierno. Para Salom, "no se puede iniciar una modificación de la Constitución simplemente para premiar a aquellos que han intentado liquidar la legislación vigente y la soberanía nacional". Añadió que "antes de iniciar cualquier camino a posibles cambios en la Carta Magna, tenemos que tener bien claro qué es lo que pretendemos hacer" ya que "es posible, incluso probable, que sea suficiente o que el problema pueda resolverse actualizando nuestro modelo autonómico"

Armengol

La visión de la presidenta del Govern fue opuesta a la de la delegada del Gobierno y su discurso estuvo repleto de críticas hacia el Gobierno de Mariano Rajoy y el PP. "Soy de las que piensa que si hubiésemos reformado la Constitución cuando tocaba y como tocaba nos habríamos ahorrado muchos de los episodios que hemos vivido, uno de los cuales fue el de ver como los estatutos de autonomía reformados acababan en el Tribunal Constitucional", dijo en referencia al Estatut catalán que recurrió el PP. Para que no quedara dudas, sostuvo que "la desconexión generacional, la aparición de populismos o la crisis territorial se han incrementado ante el inmovilismo".

Tras un elogio del significado de "la política", Armengol destacó que "la política es proponer y negociar, hablar y renunciar, es cesión para llegar a acuerdos que nos beneficien a todos, es diálogo". Todo ello "es lo que se encuentra a faltar para superar conflictos territoriales, implicar a los jovenes en la política y avanzar juntos hacia una salida de la crisis económica basada en la igualdad", grandes retos que exigen, a juicio de Armengol, una profunda reforma constitucional.

"La rigidez, el inmovilismo, la lectura única y uniformizadora ni refuerzan la Constitución ni contribuyen a la estabilidad", añadió la presidenta para quien "los que se aferran de forma rígida al pasado de éxito del consenso histórico del 78 no son más constitucionalistas que los que honramos aquel consenso revitalizándolo y proyectándolo hacia el futuro". Para Armengol, "la mejor manera de defender la Constitución es actualizándola" con el fin de afrontar cuestiones como la de un "modelo autonómico agotado". La jefa del Ejecutivo no olvidó su reivindicación de un nuevo modelo de financiación autonómica cuyos "ejes fundamentales han de quedar fijados en el texto constitucional para hacerlo más estable, más transparente y, sobre todo, más justo"

Así, la palabra "diálogo" fue una constante del discurso de Armengol. También Salom emplazó a una "apuesta por el diálogo", aunque matizando que "es una palabra muy bonita, pero no es milagrosa" y que debe utilizarse con "dos únicos límites: la unidad del país y el respeto a la Ley".