Los 29 jefes de los servicios médicos de Son Llàtzer salieron el pasado lunes con un regusto amargo de la reunión que mantuvieron con el director general del IB-Salut, Juli Fuster, para abordar la posibilidad de montar una sala de hemodinámica en el hospital de Migjorn, vieja reivindicación de este centro que, pese a que genera el 30% de los cateterismos para tratar infartos de esta comunidad, ve cómo sus pacientes tienen que ser derivados para esta intervención a Son Espases.

"Nos hablaron de ampliar plantillas en servicios deficitarios, de renovar algo de aparataje y de que estudiarían nuevos proyectos. Pero sobre la sala de hemodinámica nos dijeron que no la consideran necesaria porque no hay listas de espera en las dos con las que cuenta Son Espases. Nos dijeron que seguirían estudiando el asunto, pero a nosotros nos sonó como un no encubierto", explica a grandes rasgos lo tratado en la reunión del lunes uno de los jefes de servicio presentes en ella.

Un problema de equidad

Un facultativo que recalca que no se trata de un problema de listas de espera, sino de equidad. "¿Por qué los pacientes de Son Llàtzer tienen que soportar la molestia añadida de tener que ser trasladados a Son Espases porque nosotros no podemos realizar una técnica que, por la categoría de nuestro hospital, deberíamos poder hacer?", se cuestiona. "Aquí generamos suficiente trabajo como para tener la sala funcionando todo el día y ha sido una decepción porque se trata de una vieja reivindicación para ser un hospital general de segundo nivel como toca", lamenta el facultativo.

Pese a que las ambulancias del 061 que transportan a un infartado ya no paran en Son Llàtzer conocedoras como son de que no cuenta con una sala de hemodinámica para poder acceder a una arteria coronaria obstruida, los pacientes que acuden por su propio pie al hospital del sector de Migjorn con un episodio de estas características sí han de ser trasladados a Son Espases con las consiguientes molestias tanto para ellos como para sus familiares que comporta la derivación.

Petición "lógica y razonada"

Preguntado por esta cuestión, el director gerente de Son Llàtzer, Francesc Marí, considera "lógica y razonada" la petición de unos profesionales que "quieren trabajar en un hospital más complejo".

No obstante Marí, que dijo comprender esta vieja reivindicación que data de antes de la apertura de Son Espases, cuando cabía la posibilidad de montar una sala de hemodinámica en el hospital de referencia y otra en el centro que atiende al sector de Migjorn de la isla, no lo ve tan claro ahora, con dos salas de hemodinámica funcionando a pleno rendimiento en el hospital de la carretera de Valldemossa.

"Creo que Son Llàtzer tiene ahora otras necesidades para afrontar con más garantías la presión asistencial que soporta. Estamos en un momento en que ofrecer más prestaciones nos puede hundir", concluye el director gerente, que revela que se ha programado una reunión con hemodinámica de Son Espases para buscar otras alternativas.