La nieve que todavía queda en las cotas más altas de la Serra de Tramuntana y el puente de la Constitución se tradujeron ayer en un alud de visitantes a los principales puntos de la Serra. Especialmente a la zona de los embalses de Cúber y es Gorg Blau y al monasterio de Lluc.

De hecho, el volumen de mallorquines que acudieron en coche llegó a generar retenciones en es Coll de sa Batalla, que conecta el monasterio desde Caimari, si bien no fue necesario la activación de ningún dispositivo especial por tráfico o nieve en la zona. Los últimos días de nieve prometen traer nuevos curiosos a la Serra en lo que queda de puente.