El decreto con el que la conselleria de Servicios Sociales quiere regular las guarderías asistenciales para exigir unos requisitos mínimos a un sector que ahora le basta con una licencia para montar una guardería, empieza a traer de cabeza al Govern. Después de la oposición del sector de las escoletes que entiende que la medida supone consolidar este oferta, se suma el socio de Pacto de Més per Menorca, que ha presentado una iniciativa para pedir al Ejecutivo que recule con la medida.

La formación hermana de Més en Menorca denuncia, como ayer también hizo El Pi, que la medida supone "la creación de una doble red de escuelas y guarderías" y que "lo deseable sería avanzar hacia un sistema de educación infantil de alta calidad tanto educativa como asistencial". Por ello, a través de una proposición no de ley (PNL), los menorquines piden la retirada del citado decreto.

Precisamente, la consellera de Servicios Sociales, Fina Santiago, defendió ayer en el pleno del Parlament el decreto que prepara su departamento y que regulará los centros de cero a tres años que no son educativos, las guarderías. La consellera insistió que lo que busca la medida es regular las guarderías a las que "hoy no se les exige ningún requisito a parte de la solicitud de una licencia". "

"Actualmente no se pide formación ni estudios, no se piden aulas diferenciadas ni requisitos arquitectónicos o sanitarios", recordó la consellera Santiago, que alertó que "no podemos seguir con guarderías en garajes".

"Que haya centros no educativos no es lo que quiere el Govern pero así nos obliga una sentencia del Supremo. Ahora no tenemos una red de primera y segunda, sino también de tercera, cuarta, quinta y sexta", lamentó la consellera de Servicios Sociales. Santiago abogó por "afrontar este debate como sociedad". "Es imprescindible regular las guarderías. No podemos tener personas sin formación dirigiendo guarderías", zanjó a una pregunta del Pi en el pleno.

Santiago, predispuesta a cambios

Uno de los aspectos del decreto que cuestionó la diputada del Pi Maria Antònia Sureda fue el que establece que las guarderías asistenciales deben disponer solo de un metro cuadrado y medio por niño, un punto que la Asamblea 0-3 que agrupa a las escoletes ya tildó de "especialmente doloroso", por ser el espacio "insuficiente".

La consellera Santiago recordó que el proyecto estuvo a exposición pública sin tener aportaciones pero que contará con el sector y se mostró predispuesta a hacer cambios en el decreto pero insistió en que "es imprescindible regular todas las guarderías porque es la realidad que tenemos".