Los mallorquines son felices con la nieve. La Serra se convirtió este sábado en un sitio mágico para los valientes que decidieron ir a correr y jugar sobre el manto blanco, pese al aviso de las malas condiciones para circular por las carreteras nevadas.

En jeep y hasta con motocicletas, los adoradores de la nieve lograron llegar al Castell d´Alaró, donde esta mañana el paisaje se asemejaba a los alpes suizos en pleno invierno. Carlos Saez y su familia fueron de los primeros en llegar y dejaron registrado en imágenes ese momento tan especial.

Gorros, bufandas, botas y mucho abrigo fueron suficientes para disfrutar a pleno del fenómeno meteorológico que siempre hace feliz al niño que todos llevamos dentro.