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Opinión

Causas en las que Armengol no cree

Causas en las que Armengol no cree

Curada del partidismo ciego a golpes de Madrid, la presidenta Armengol solo reclama un margen de tolerancia en los compromisos que la contaminan por vía conyugal. Con esta importante salvedad, se siente incómoda al verse obligada a enmendar los errores no forzados de sus subordinados, por partida doble en la sesión parlamentaria de ayer.

Armengol desfallece y titubea cuando ha de defender causas en las que no cree. Perdió tiempo atrás la fe en Biel Barceló, y la falsa simpatía de Pilar Carbonell le ha confirmado que el titular de Turismo es una causa perdida. Sin embargo, la inquilina del Consolat milita en el pragmatismo de que no encontrará un vicepresidente ornamental que mejore al actual.

Más peliaguda resulta la supresión de las urgencias de Son Espases por "falta de personal", según la cúpula del hospital. Armengol ha de tragarse aquí la rabia de que no vería un titular sanitario semejante durante su mandato. Son los riesgos de entregar la Sanidad al clan del director del hospital de referencia. Josep Pomar corrige a los periodistas, sin tomar la preocupación de retirar los avisos que afirman lo contrario en su propio centro.

Para estrangular todavía más el discurso de Armengol, el número uno y la número dos de la conselleria formulan conclusiones contradictorias. Según Juli Fuster, hay que revertir un cierre que para Patricia Gómez no existe. Dado que son pareja en la vida real, y que por tal motivo fueron nombrados, la desavenencia es lógica.

La confusión de los altos cargos en un asunto axial como la atención oncológica obliga a Armengol al contorsionismo y a disimular su rabia. Ha de anunciar que el Govern reabrirá las urgencias que según el Govern no se cerraron. O que ni siquiera existieron, según Gómez. ¿Existe la conselleria?

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