Un 65% de la población de Baleares que tiene demencia no sabe que la padece. En números absolutos, los estudios de prevalencia señalan que en las islas casi 31.000 personas mayores de 60 años podrían estar sufriendo esta patología, pero únicamente 10.500 están diagnosticadas.

Éste es uno de los muchos datos que incluye el Anuari de l'Envelliment que fue presentado ayer; una publicación dirigida por Carmen Orte del Grupo de Investigación y Formación Educativa y Social (GIFES) de la Universitat de les Illes Balears que este año ha cumplido diez años.

El libro toca en esta edición una gran variedad de temas: de una radiografía general al envejecimiento en solitario; el uso de productos financieros; la muerte digna; el uso de redes sociales por parte de las personas mayores; las agresiones en residencias entre los usuarios; el papel de los cuidadores o las alternativas habitacionales a las residencias.

Demencia infradiagnosticada

El artículo de Ana Espina; Clara Arbós e Ingrid Pérez advierte sobre el infradiagnóstico existente en el campo de la demencia y remarca que el diagnóstico precoz "reduce la ansiedad en pacientes y familiares y permite afrontar mejor situaciones y problemas que en fases más avanzadas serán más difíciles de resolver", como decisiones de tutela, patrimoniales o documentos de voluntades anticipadas.

Las autoras del estudio razonan además que diagnosticar la demencia cuanto antes también facilita el acceso a ayudas sociosanitarias (como las de la dependencia; las ayudas a domicilio) y alarga el tiempo de autonomía y permanencia en el domicilio.

Agresiones en residencias

Otro de los estudios que incluye el Anuari de este año habla sobre una realidad ignorada e invisibilizada: las agresiones entre las personas mayores que viven en residencias. En un mes, los investigadores contabilizaron 25 agresiones (la mayoría verbales, aunque también hubo episodios de violencia física y tres casos de agresión sexual) en las tres residencias del Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS, La Bonanova, Felanitx y la Llar d'Ancians.

Las autoras de este estudio son María Valero de Vicente y Sofía Alonso. Ésta última es la responsable de centros de IMAS y ayer estuvo presente en la presentación del Anuari y, ante los datos aportados, remarcó la necesidad de crear protocolos específicos de actuación para que el personal de las residencias pueda prevenir y reaccionar ante las agresiones entre los usuarios de las residencias.

Mortalidad en Baleares

Ferran Dídac Lluch analiza en su artículo la mortalidad en Balears, haciendo especial hincapié en la de las personas mayores (el 85% de las 8.322 personas fallecidas en las islas en 2015 tenían más de más de 65 años).

El geógrafo constata en su informe el progresivo aumento de la esperanza de vida en el archipiélago (más destacado entre las mujeres) y que los principales causas de muerte entre las personas de más edad son los problemas circulatorios y respiratorios y los tumores.

Destaca que del centenar de personas que se quitaron la vida en 2015, un tercio tenían más de 65 años y añade, como curiosidad, que las estadísticas de aquel año también recogen las defunciones de personas que murieron en el territorio insular pero que no eran residentes: hasta 356 (la mayoría por enfermedades del sistema circulatorio).

El Anuari de l'Envelliment cuenta con la colaboración de la Fundació Guillem Cifre de Colonya y busca crear una reflexión sobre todos los aspectos de la vida que afectan al colectivo de personas mayores, un grupo demográfico cada vez mayor en las sociedades occidentales.