El gerente de Son Espases, Josep Pomar, reunido a primera hora de la mañana de ayer con el servicio de oncología al completo, le ordenó que reabriera "ya", desde ese mismo momento, la consulta de urgencias del hospital de día oncológico.

Esta premura, quizá provocada por las hasta tres preguntas parlamentarias sobre este polémico cierre que la presidenta del Govern, Francina Armengol, y la consellera de Salud, Patricia Gómez, tuvieron que responder durante la sesión plenaria de ayer, no se pudo ejecutar por la falta de una enfermera que pudiera atender las llamadas de los pacientes y poder "cribar" las situaciones graves de las postergables.

Pero lo que parece claro es que la consulta se reabrirá hoy toda vez que el servicio de oncología habría obtenido garantías de contar con más recursos humanos para atender las complicaciones de los pacientes oncológicos al menos hasta las ocho de la tarde, hora de cierre del hospital de día de adultos (HDDA) donde los enfermos con cáncer reciben los tratamientos de quimioterapia.

"Nos han prometido que a partir del año que viene contaremos con más recursos. Así, nos han garantizado que un residente que terminó en mayo los cinco años de especialidad y estaba con nosotros cubriendo una baja maternal, será contratado cuando la adjunta titular se reincorpore el próximo 20 de enero", explicaron fuentes del servicio de oncología.

Y también la gerencia de Son Espases se habría comprometido a aumentar con un oncólogo más la plantilla de dos especialistas que conforman este servicio en el hospital de Inca, un departamento menguado que precisa que dos oncólogos de Son Espases se desplacen una vez por semana para atender pacientes con esta patología en el centro de la capital de es Raiguer. Esta nueva incorporación debería producirse, a más tardar, entre los meses de enero o febrero del próximo año.

Servicio saturado

En esta "nueva etapa" de la consulta de urgencias oncológicas cuya mera existencia fue negada por casi todos los dirigentes sanitarios de esta comunidad, una enfermera se encargará de "cribar" qué complicaciones oncológicas se atienden siguiendo un protocolo que será elaborado por oncólogos del servicio.

Un servicio que está saturado de trabajo por varias causas, entre ellas un nuevo programa informático que ha ralentizado su día a día y obligado a programar sesiones de quimioterapia por las tardes. Aunque, por el contrario, los especialistas se congratularon de que los nuevos fármacos anticancerígenos provoquen menos efectos secundarios y, por tanto, menos atenciones posteriores.

La imposibilidad material de reabrir la consulta ayer pudo impedir que tanto la consellera de Salud como la propia presidenta pudieran responder con más contundencia a las preguntas formuladas a la primera por Marta Maicas (Podemos) y Antoni Camps (PP) y por Jaume Font (El Pi) a Armengol.

Ambas dirigentes respondieron que estaban "valorando" volver a implantar el antiguo circuito asistencial cuyo cierre, recalcó Gómez, "fue una decisión clínica" adoptada por el servicio de oncología de Son Espases. Gómez se mostró especialmente molesta cuando Camps le preguntó si el cierre de esta consulta desde el pasado 2 de julio suponía que se había acabado la política de "retorno de derechos" de la que tanto presume el Ejecutivo, recorte que el diputado popular consideró inadmisible tras recordar que este Govern dispone de 1.000 millones más de presupuesto.

Por último, el líder de El Pi emplazó a Armengol a "dotar de más personal al servicio y reabrir las urgencias mañana mismo" tras admitir la presidenta que habían recibido alguna "denuncia justa" por su cierre que, aseguró, había sido escuchada.