El comercio balear ya lo tiene todo a punto para hacer frente a la que se ha convertido en la jornada con mayores ventas de toda la campaña navideña. Desde el sector se señala que durante el Black Friday, que se celebrará el próximo día 24, las cajas que los pequeños establecimientos hacen se triplicarán respecto a un día normal, con negocios que aseguran que las multiplicarán por cinco y que, cuando se trata de la venta de nuevas tecnologías, esa demanda llegará a ser hasta diez veces superior a la de un viernes normal. Y con un elemento adicional: todo apunta a que la facturación de este año va a ser apreciablemente superior a la de 2016.

La atracción de la clientela se va a conseguir mediante la aplicación de descuentos que, según el vicepresidente de la patronal Afedeco, Pedro Mesquida, en el caso del comercio tradicional se van a mover mayoritariamente entre el 15% y el 30%, mientras que desde las grandes superficies se apuntan recortes en los precios que pueden alcanzar el 50%, aunque solo sobre algunos productos seleccionados.

Un punto en el que coinciden grandes y pequeños es que el Black Friday no solo supone la apertura de la campaña navideña, sino que además se ha convertido en el día con mayor volumen de ventas de todo este periodo, y que incluso supera las que se producen durante el inicio de las rebajas de invierno. Según la patronal de grandes superficies (Anged), durante el próximo viernes se va a concentrar en algunos productos un tercio del total de las ventas que se registran durante todo el periodo navideño. Eso explica también los refuerzos de personal que algunas grandes firmas comerciales han puesto ya en marcha.

Un dato a tener en cuenta es que la celebración del Black Friday no se va a limitar al viernes día 24. Las ofertas comenzarán a aplicarse el día anterior, jueves, coincidiendo con la inauguración del alumbrado navideño de Palma, y se van a mantener al menos hasta el lunes siguiente (Cyber Monday), a lo que hay que sumar que el domingo 26 es uno de los días no laborables con apertura comercial autorizada. Las grandes empresas ya han anunciado que durante esta última jornada estarán abiertas al público, mientras que la mayoría del pequeño comercio optará por permanecer cerrado, ante la dificultad de rentabilizar el día con reducciones en sus precios y con el coste extra que supone en materia de personal.

Más gasto puntual, no global

Pese a las enormes expectativas que el sector tiene puestas en el balance del Black Friday, otro aspecto en el que coinciden grandes y pequeños establecimientos es que se trata de un fenómeno puntual, que nada tiene que ver con el balance global de la campaña navideña.

En este sentido, tanto Mesquida como el presidente de Pimeco, Bernat Coll, señalan que una semana antes del citado viernes ya se detecta un parón en las ventas, al optar los consumidores por aplazar sus compras hasta la aplicación de los descuentos. Además el Black Friday abre la campaña navideña, algo que hasta hace pocos años sucedía durante el Puente de la Inmaculada, con el resultado de que la subida en las ventas durante la primera de esas fechas va acompañada de una bajada en la segunda. "Las familias tienen el dinero que tienen, y no se endeudan para comprar más", señala Coll.

Los representantes de Afedeco y Pimeco apuntan que a partir del Black Friday y durante el resto de la campaña navideña se van a seguir ofertando descuentos, lo que hace que el inicio de las rebajas haya perdido interés para los consumidores.