La directora general de Turismo, Pilar Carbonell, resolvió el expediente de reforma del Megapark en dos meses y no en diez días, como afirma un informe de la Policía. Según la documentación obrante en la conselleria de Turismo, el proyecto para rehabilitar el gigantesco local de Bartolomé Cursach en la Playa de Palma entró en el 5 de noviembre de 2015, y fue aprobado formalmente el 18 de enero de 2016. En total, dos meses y trece días para tramitar un expediente que finalmente recibió el beneplácito del departamento de Carbonell.

Las fechas que maneja la Conselleria chocan con un informe policial que pone a la directora general en el punto de mira al acusarla de brindar "un trato de favor exclusivo y preferente""un trato de favor exclusivo y preferente" al empresario de ocio nocturno, en prisión preventiva e incondicional desde el pasado 2 de marzo al ser el principal investigado dentro de una macrocausa de corrupción.

La Policía afirma que Carbonell se comunicaba con el lugarteniente de Cursach, Tolo Sbert. En su informe se refiere a una conversación entre los dos empresarios, en la que Sbert explica a su jefe que "le ha entregado en persona a la señora Carbonell el expediente y le ha pedido de forma explícita que lo agilice, obviando el plazo habitual que tiene que esperar toda empresa que presenta cualquier proyecto de la Conselleria de Turismo, que es de aproximadamente dos meses, consiguiéndolo tramitar en un plazo de tiempo que parece exclusivo para ellos, de diez a doce días, aceptando la señora Carbonell el expediente y comprometiéndose con él a ocuparse del mismo de forma personal, diciendo: 'no te preocupes que yo me pongo en marcha'".

Los agentes grabaron la llamada en el marco de la investigación contra Cursach.

El plazo en que realmente se resolvió el expediente para ampliar el aforo del Megapark puede ser clave para el futuro judicial de la directora general. Lo habitual es que este tipo de trámites se resuelvan en dos meses. La Policía ha elaborado un contundente informa contra Carbonell en la que afirma que da un trato de favor al Grupo Cursach.

El Govern considera que los investigadores yerran a la hora de contar, y que deberían haber empezado por la fecha de entrada del expediente en la Conselleria, el 5 de noviembre, y no por la fecha de dos conversaciones telefónicas que la directora general mantuvo con Sbert a finales de diciembre y a principios de enero. "Yo te lo firmaré de todas maneras antes de irme, eso seguro, porque el lunes yo ya me voy ya hacia Madrid", prometió Carbonell a Sbert. Cuando esta charla tuvo lugar, el expediente llevaba en la Conselleria un mes y medio aproximadamente.

En una segunda conversación, a principios de enero, la número 2 de Turismo explica a Sbert que ha tenido problemas para encontrar el expediente, pero le tranquiliza explicándole que una nueva normativa urbanística que tramitaba entonces el Govern no afectaría a las obras en el Megapark. "Pero no te preocupes, no será retroactivo eh... así que no pases pena, te lo dije el otro día que no pases pena", espetó la directora general al colaborador de Cursach.

El precedente del PP

La tramitación de expedientes a Cursach en tiempo récord parece no ser algo extraordinario en la conselleria de Turismo. Así sucedió cuando el Govern de José Ramón Bauzá acababa de perder las elecciones y estaba en funciones.

El 9 de junio de 2015, dos semanas después de los comicios autonómicos, entró en la Conselleria una solicitud para modificar un proyecto para subir de tres a cuatro estrellas un hotel BH Mallorca, la marca hotelera propiedad del Grupo Cursach. El trámite fue aprobado el 26 del mismo mes de junio, solo diecisiete días después.

El juez Penalva, que instruye la causa contra Bartolomé Cursach junto con el fiscal Subirán, valora citar a declarar a Carbonell, aunque todavía no ha decidido si lo hará en calidad de testigo o de investigada.