En el encuentro entre Pons y Dávila se mascó la tensión y se abrió una guerra que solo acaba de comenzar. El Govern tiene clara que seguirá "batallando" para conseguir sus planes. Sin embargo, tras la reunión el Ministerio de Energía emitió un comunicado donde apuntaba que "el coste de asumir el cierre de es Murterar, unos 200 millones, es inasumible para el sistema eléctrico español". Esta cifra fue del todo desmentida por el conseller Pons: "Nuestros cálculos son, como mucho, 10 millones en la actualidad. Asimismo, con las autorizaciones de energía renovable previstas, estamos en condiciones de asegurar que el cierre de es Murterar no llegará a tener ningún coste". Pons quiso dejar claro que la cifra de 200 millones es "del todo falsa".

Desde el Govern se mantenía la esperanza de que Madrid autorizara el cierre progresivo de es Murterar de aquí al 2020 y finalmente el cierre total en 2025. El objetivo era empezar a sustituir su producción mediante las centrales de gas de cas Tresorer y Son Reusasí como también con energía fotovoltaica. Sin embargo, el Ministerio no aceptó argumentando motivos económicos. Se habla de posibles presiones desde Endesa, empresa propietaria de es Murterar.

Marc Pons solicitará de forma urgente una reunión con el comisario europeo de Medio Ambiente para tratar este asunto. El conseller de Territorio y Energía tiene claro que "Balears no autorizará ni aceptará ni un paso atrás en todo lo que signifique la perpetuación de las centrales contaminantes".

La conselleria de Territorio y Energía venía manteniendo negociaciones con el ministerio de Energía y todo apuntaba que la clausura de la central de carbón de Alcúdia sería un hecho. No obstante, en las últimas semanas en el Govern observaron un significativo cambio de actitud de Madrid. "Es evidente que alguien ha presionado, ya que todo estaba bien encaminado", apostilló Pons.