La presentación del estudio sobre el impacto económico de los cruceros en las islas sirvió también para que el presidente de la Autoridad Portuaria de Balears, Joan Gual, expresara su apoyo al incremento del impuesto turístico anunciado por el Govern para 2018 y al proyecto de reforma del Paseo Marítimo de Palma.

En relación a la ecotasa y a la afirmación de los tour operadores y hoteleros respecto a que éste tributo puede conllevar la pérdida de un millón de visitantes para las islas, Gual reflexionó respecto a la posibilidad de que su incremento para los meses de temporada alta pueda servir para reducir la presión que se produce sobre el archipiélago en los momentos en los que éste sufre una mayor saturación y para que se produzca un proceso de selección indirecta en relación a los de menor poder adquisitivo, ante la imposibilidad de prohibir la llegada de ningún visitante.

Paseo Marítimo de Palma

Respecto a la reforma del Pasero Marítimo de Palma, consideró que éste se puede convertir en un espacio mucho más atractivo para los visitantes y rechazó que la supresión de uno de sus carriles para vehículos en cada sentido vaya a provocar problemas de tráfico en la zona.

Sin embargo, Joan Gual hizo una advertencia adicional: la Autoridad Portuaria no va a financiar la totalidad de este proyecto, y aseguró que los costes deberán ser compartidos con el Ayuntamiento dado que la responsabilidad en la zona es también compartida.

Por otro lado, afirmó que la actividad de los cruceros en el puerto de Barcelona no se está viendo afectada por el conflicto político existente en esa comunidad autónoma, a la vista de las conversaciones mantenidas con las navieras.

En este sentido, puso de relieve las fuertes inversiones realizadas por estas empresas en la Ciudad Condal para poder contar con sus propias terminales, y las posibilidades de crecimiento del puerto catalán, inexistentes en el de Palma. Igualmente, recordó las ventajas que para Barcelona supone contar con un aeropuerto como el del Prat.