Los trabajadores del centro de salud de Son Pisà, uno de los tres que en Palma funciona como Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) no daban crédito a las condiciones en las que tenían que trabajar durante la jornada de ayer: todos los baños del centro salud embozados y provocando vertidos de aguas fecales por los pasillos con un olor que calificaron de "nauseabundo e insoportable".

Y se trata de un problema recurrente. La cuarta imagen que ilustra esta información es de otro atasco producido a finales del pasado mes. La situación era tan surrealista que a los pacientes a los que se les solicitaba una muestra de orina tenían que acudir al bar de enfrente para poder miccionar en su baño toda vez que todos los del ambulatorio estaban cerrados.

"Hace diez días padecimos una situación similar y los servicios de mantenimiento nos dijeron que el papel higiénico, al parecer de mala calidad y poca absorción, era el culpable de los atascos en los inodoros", explicaba ayer una de las trabajadoras del centro.

Y ayer también se notificó la avería a los servicios de mantenimiento que se habrían comprometido a enviar un camión para desatascar los baños, ayuda que en el momento de redactar esta información no se habría producido.

Según el relato de los trabajadores, la propia directora médica de Atención Primaria de Mallorca, Antònia Roca, habría sugerido para solventar la situación que el equipo de guardia "montase un hospital de campaña" para poder atender a los pacientes que acudieran al centro de salud inundado por aguas fecales. En este centro, a partir de las ocho de la noche, entran dos médicos y dos enfermeras para atender las urgencias de sus tarjetas sanitarias.