Jaume Matas, a través de su abogado José Zaforteza, quiere llevar ante el Tribunal Supremo la sentencia que le condenó por el llamado caso Ópera, es decir, por la contratación irregular del arquitecto Santiago Calatrava, proyecto que costó 1,2 millones de euros. El tribunal le declaró culpable de un delito de prevaricación, pero más allá del castigo, lo más perjudicial para Matas es que los jueces le condenaron a pagar de su bolsillo los 1,2 millones de euros que costó la minuta por la contratación del conocido arquitecto. No es habitual que en un delito de prevaricación el tribunal imponga la responsabilidad civil al acusado, de allí la importancia jurídica que representa esta sentencia del caso Ópera, sobre todo para la acusación.

Aunque Matas alcanzara ayer un acuerdo en el sexto juicio que afrontaba (y al mismo tiempo su sexta condena), ello no representa que mantenga una negociación global con la fiscalía. Anticorrupción solo acepta negociar juicio por juicio, y se niega a ofrecerle a Matas un pacto global que incluya todos los procesos aún pendientes.