El conflicto catalán protagonizó ayer de nuevo el pleno del Parlament, con la petición de explicaciones por parte del PP al Govern por el apoyo de Més al Ejecutivo de Carles Puigdemont y las acusaciones de "radicalidad" a la presidenta y líder del PSIB, Francina Armengol, por su rechazo a la gestión de la crisis territorial por parte del Gobierno de Mariano Rajoy, al que sí apoya el secretario general del PSOE nacional, Pedro Sánchez. Desde el Govern, la consellera de Presidencia, la socialista Pilar Costa, criticó que el PP considere "radicales" a quienes piden "diálogo". Armengol, por su parte, aprovechó la pregunta que le dirigió la portavoz popular, Marga Prohens, sobre el acuerdo con Podemos para los presupuestos de la Comunidad para afirmar que fue el Govern del PP en la pasada legislatura, presidido por José Ramon Bauzá, el "radical" por los recortes y su política lingüística. Al inicio del pleno, los diputados de Podemos mostraron carteles con el lema ´llibertat presos polítics´.

El popular Antonio Gómez fue el encargado de lanzar la crítica más directa al Govern por el conflicto catalán, preguntando a Costa si consideraba "aceptable" que los cargos de Més, socio del PSIB en el Govern, "aclamen" una postura "situada claramente al margen de la legalidad constitucional", en referencia a la declaración de la república catalana. "Es lamentable que Armengol esté cada día más radicalizada y separada de la línea política del PSOE", dijo Gómez quien sostuvo que la presidenta del Govern "se siente atraída por políticos que ignoran de manera reiterada y consciente la legalidad". Añadió que los partidos del Pacto "se están dejando llevar por planteamientos ideológicos desde la pasión, lo cual es muy peligroso".

"El voto en este país aun es libre, pero manifestaciones como las suyas son preocupantes", replicó Costa preguntando al PP si realmente cree que "pedir diálogo es radical". Añadió que el Govern considera que "una crisis territorial y política se arreglará a base de diálogo y política, no a golpe de aplicar el código penal".

Armengol

Armengol, por su parte, replicó a la popular Prohens que "en las elecciones autonómicas de 2015 se acabó con un Govern absolutamente radical que actuaba contra los intereses de la Comunidad", en referencia al Ejecutivo de Bauzá, mientras que "ahora hay un Govern que pone a las personas en el centro de sus políticas" y que se caracteriza por su "estabilidad". Prohens había afirmado que cuando Armengol "tiene dos opciones siempre elige la que se aleja de la moderación y el centro", refiriéndose a su rechazo a la oferta del líder del PP, Biel Company, de darle el apoyo de los populares a los presupuestos del próximo año si incluía una bajada de impuestos. La presidenta afirmó que fue el PP el que "subió los impuestos a las clases medias y bajas" mientras que la política fiscal de su Govern se basa en que "el que más tiene, más pague".

Antes, el conseller de Educación, Martí March, había aprovechado una pregunta de Maria Antònia Sureda, de El Pi, sobre docentes interinos para arremeter sin nombrarlo contra el líder balear de Ciudadanos, Xavier Pericay, por sus acusaciones de adoctrinamiento en algunos centros de Balears. March criticó las "declaraciones impresentables de algún diputado del Parlament" y sostuvo que no va a "permitir que se instale una situación de crispación" en el sistema educativo balear. Además, reiteró su "defensa de la comunidad educativa" ante estas acusaciones. Precisamente ayer la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) de Mallorca pidió también a los diputados del Parlament que han denunciado adoctrinamiento en la escuela que rectifiquen y se disculpen por "hacer acusaciones sin fundamento" contra la comunidad educativa.