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Tribunales

Condenado un guardia civil que multó a un compañero por venganza

Mantenía una enemistad con otro agente, ambos destinados en el puesto de Calvià, al que persiguió con el coche patrulla y le multó

El agente condenado utilizó un vehículo patrulla de la Guardia Civil para sancionar a un compañero.

Un guardia civil que estaba destinado en el puesto de Calvià ha sido sancionado con seis meses de pérdida de empleo al ser condenado por el Tribunal Militar Central, que le declaró culpable de una falta muy grave de abuso de atribuciones. Además de la pérdida temporal de empleo, el agente ha perdido su destino en Calvià y la sentencia también le impide obtener otro destino en la Comandancia de la Guardia Civil de Balears durante un periodo de dos años. Una medida disciplinaria que se justifica porque sancionó a un agente, compañero suyo, con el que mantenía enemistad.

Los hechos que sanciona el Tribunal Militar se remontan a la tarde del día 30 de enero de 2014. El agente condenado desempeñaba en ese momento un servicio de seguridad ciudadana. Actuaba como jefe de pareja, vestido con el uniforme reglamentario. Conducía un vehículo oficial y cuando se encontraba patrullando por la carretera de Santa Ponça a Calvià reconoció al conductor de un coche. Se trataba de otro guardia civil, con el que mantenía una "enemistad recíproca".

El jefe de patrulla le hizo un comentario al otro guardia. Le dijo textualmente: "Ahí va el capullo ese". A continuación decidió cambiar el sentido de la marcha del coche patrulla y persiguió al otro vehículo durante casi dos kilómetros. Durante la persecución el otro agente le preguntó al acusado si conocía al conductor, pero no recibió respuesta. Al contrario, le pidió a su auxiliar que comprobara si el coche que perseguía había pasado la inspección de la ITV. Al llegar a la rotonda de El Toro, el guardia hizo señas al otro coche para que se parara. El guardia se acercó al conductor y le dijo que el motivo de la parada era que no había indicado una maniobra, pese a que no era cierto. Le pidió la documentación al conductor, pero no quiso entregarla y le aconsejó al otro guardia que se mantuviese al margen, porque el conflicto venía de lejos. El conductor lo que hizo fue llamar por teléfono al teniente jefe del destacamento de Tráfico y le pidió consejo sobre la forma de proceder. Incluso le pasó el teléfono al guardia civil para que hablara con su superior, pero no le hizo ningún caso. El agente, aprovechando que el vehículo no había pasado la inspección, denunció a su compañero, imponiéndole la correspondiente multa económica.

Para el Tribunal Militar queda claro que esta sanción, más allá de que el coche no hubiera pasado la revisión reglamentaria, respondía más a una venganza del guardia, por la enemistad que mantenía con su compañero de la Guardia Civil.

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