"Rabia". Con esta palabra expresa el secretario general del Sector Aéreo de USO, Rafael Bohorquez, el estado de ánimo de la plantilla de Air Berlin en Palma. El motivo es lo que se califica como un trato "absolutamente discriminatorio" por parte de la compañía aérea a sus trabajadores de la isla frente al que ha dado a los alemanes, dentro de su proceso de disoluciónproceso de disolución, al ofrecer a los primeros el mínimo exigido por la legislación española a la hora de proceder a su despido. Ni un céntimo más.

Ayer se abrieron las negociaciones entre los representantes de Air Berlin y los de sus 41 empleados de Mallorca, a los que se suman un comercial de Madrid y otro de Barcelona. La oferta inicial de la aerolínea a estas 43 personas, según lamenta Bohorquez, es una indemnización equivalente a 20 días de sueldo por año trabajado con un máximo de un año. O lo que es lo mismo, la más baja posible. "La oferta es tan mala que ni nos hemos parado a valorarla, y si no hay un cambio de postura, esto va a acabar en los tribunales", asegura el representante del sindicato USO. Tras la falta de consenso de ayer, se ha fijado una nueva reunión para el próximo día 6.

Uno de los aspectos que más indigna a este representante de los trabajadores es la diferencia en el trato que se ha dado a la plantilla alemana del que ahora está recibiendo la española. La liquidación de Air Berlin y su compra por parte de Lufthansa ha ido acompañada de la recolocación de la mayor parte de los trabajadores germanos, que han podido mantener así sus empleos.

Además, y aunque la legislación laboral alemana es diferente a la española, los fondos destinados a los empleados que han perdido su empleo en ese país suponen unas compensaciones muy superiores a las que ahora se ofertan a los asalariados de la isla y a los dos comerciales de la península.

Exigencias de la plantilla

Por ello, las exigencias de los representantes de estos últimos van mucho más allá de lo que Air Berlin puso ayer sobre la mesa. Su primera reclamación pasa por que la totalidad, o al menos la mayor parte de los empleados de Palma sean recolocados en otras aerolíneas y puedan mantener así sus empleos y retribuciones.

Sin embargo, la sensación de USO es que el objetivo de la empresa es proceder al despido de todos sus trabajadores en España, y en este caso la reivindicación pasa por recibir la indemnización contemplada en los casos de despido improcedente que para la mayoría de los empleados equivale a 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades, a lo que el sindicato pretende añadir un plus de 400 euros por año en plantilla y sin límites.

Esta demanda se sustenta en la propuesta que esta misma empresa ya realizó a los asalariados españoles con motivo de un anterior Expediente de Regulación de EmpleoExpediente de Regulación de Empleo (ERE).

La esperanza de los empleados de Palma es que esa oferta mínima no sea más que un punto de partida en la postura de la aerolínea, y que vaya mejorando a medida que avancen las negociaciones, pero se advierte de que sin una mejoría significativa se recurrirá a los tribunales para que determinen las compensaciones que se deben de abonar, con el precedente de lo que ha sucedido en Alemania.

Rafael Bohorquez recordó que la compañía aérea alemana ha contado con unos 10.000 empleados en su país, y criticó muy duramente el trato que se da a los españoles, al considerar que su escaso número hace que este tema no sera tratado con la importancia que se merecen las familias afectadas. "Nos trata como si fuéramos una chincheta para ellos", afirma.

Hay que recordar que Air Berlin llegó a ser la aerolínea que más actividad llegó a desarrollar en el aeropuerto de Son Sant Joan antes de entrar en crisis, fruto de haber contado con un hub (centro de conexión de vuelos) en Palma.