La presidenta del Govern, Francina Armengol, y el vicepresident, Biel Barceló, insistieron ayer en la importancia del diálogo para desencallar la situación que se vive en Cataluña. Pero el debate ha ido más allá tras la aplicación del artículo 155 y la declaración de independencia del Parlament catalán del pasado viernes, dos hechos que la misma presidenta pedía que no se llevasen a cabo. Armengol manifestó que la aplicación de este artículo de la Constitución fue la consecuencia del "fracaso del diálogo y de parte importante de la democracia", mientras que su vicepresident fue más allá y lo consideró un "error gravísimo".

La presidenta declaró durante su visita en Menorca que lo sucedido estos días en Cataluña es "el fracaso de un diálogo totalmente necesario para encontrar una salida conjunta a la situación de Cataluña". Armengol consideró que la convocatoria electoral del 21 de diciembre debe servir para "devolver la normalidad en todos los ámbitos" y que tras los comicios, "el diálogo y la propuesta política serán más necesarios que nunca". Según la dirigente, la solución al conficto solo puede llegar desde el "acuerdo".

Este fin de semana, la presidenta manifestó que no reconocía a Cataluña como estado independiente tras la declaración que hizo la cámara catalana. Armengol consideró que "se habían saltado la legalidad" y que la mejor salida que tenía el Govern de Puigdemont era convocar elecciones.

Reforma constitucional

La presidenta insistió en la reforma constitucional y mantuvo que esta situación de crisis territorial debe servir a Balears para "reforzar nuestra situación dentro de España". Temas como la insularidad, la financiación o la toma de competencia en decisiones adquiridas son algunas de las cuestiones con las que Balears saldría ganando, según manifestó. Armengol consideró que esta reforma se debe aprovechar para resolver en España "todo lo que no está resuelto".

Por su parte, el vicepresident del Govern fue también ayer muy crítico con la aplicación del 155 y sus consecuencias: "Nos hemos opuesto y nos seguiremos oponiendo". Barceló fue más lejos que Armengol y definió de "muy grave" la inhabilitación del Govern de la Generalitat y la disolución del Parlament catalán, dos instituciones, dijo, "escogidas con un sistema democrático" y se mostró crítico con las elecciones convocadas por el Gobierno central en Cataluña.

Demanda ciudadana

El vicepresident consideró que hay una demanda "muy clara de autogobierno en Cataluña" y que "el Parlament fue muy claro el viernes con la declaración de Estado independiente, recogiendo una demanda que proviene de la sociedad y que no es una 'curolla' de los políticos que están al frente de la Generalitat o de su parlamento", insistió Barceló tras la presentación de los actos por los 15 años del Parc Bit en Palma.

Con todo esto, consideró que el 155 no va a resolver la situación que vive Cataluña y apeló de nuevo a la vía del diálogo. También agradeció que el senador autonómico y expresidente del Govern de les Illes Balears, Francesc Antich no participara de la votación en el Senado del artículo constitucional.

El vicepresident no quiso pronunciarse sobre si reconocía o no a Carles Puigdemont como president de la Generalitat tras su cese y el de todo el Govern catalán. Sobre si reconocía o no a Cataluña como Estado independiente, el sábado en declaraciones a este diario, eludió la cuestión y dijo que "son los Estados los que reconocen o otros Estados".