En lo que llevamos de año el Govern ha recibido 1.610 avisos de niños y jóvenes que podrían estar siendo víctimas de maltrato. De estas notificaciones recibidas en el Registro Unificado de Maltrato Infantil (RUMI), en casi 300 casos se ha confirmado que efectivamente existía un maltrato al menor en su ámbito familiar: agresiones físicas, negligencia en el cuidado por parte de los padres, maltrato emocional, y abusos sexuales.

¿Quién da el aviso? Puede hacerlo cualquier profesional que tenga contacto con menores debido a su trabajo. Hay veces que profesionales de distintos ámbitos coinciden y emiten una alerta por el mismo menor.

La mayoría (un 53%) de las notificaciones provienen de los servicios sociales, el colectivo que más sospechas activa. Un 37% de los avisos vienen de los colegios.

El RUMI permite a los profesionales enviar el aviso realizando un trámite fácil por internet, rellenando un formulario en el que se da cuenta de los síntomas detectados. Por ejemplo, en el caso del personal docente se puede acreditar si el niño llega con heridas; con un aspecto físico descuidado; si se duerme en clase o está varios días sin ir; si llega con mucha hambre; si presenta unas conductas sexuales impropias para su edad...

Entre el colectivo docente han aumentado las notificaciones al haberse familiarizado más con el RUMI. Desde hace dos cursos la conselleria de Educación remite a los colegios e institutos una instrucción instándoles a transmitir a la conselleria de Servicios Sociales a través del RUMI cualquier indicio de algún caso de maltrato de cualquier tipo.

Se nota la aportación de los profesores solo atendiendo al incremento que se nota en el RUMI cuando empieza el curso: solo entre septiembre y octubre de este año el registro ha recibido casi 200 avisos por parte de los profesionales de los centros educativos. Personal técnico destaca que la aportación al RUMI varía de un municipio a otro y por ejemplo destacan el caso del servicio de Policía Tutor de Sóller, muy sensibilizado y activo con este tema.

El 5% de las notificaciones (un total de 86) provienen del ámbito sanitario y en 32 casos se han activado ya con mujeres gestantes o que acaban de dar a luz.

Algunos signos de posible alarma entre las embarazadas puede ser que no se presenten a su primera visita médica hasta la semana 20 de gestación o más tarde; que confirmen que es un hijo no deseado y/o que en realidad querían a abortar; o sean adictas a alguna sustancia, entre otras cosas. Una vez nacido el niño, los profesionales también están atentos a la actitud de los padres.

En los colegios, el personal puede detectar agresiones físicas si ven morados y heridas de forma continuada en algún niño. La negligencia puede inferirse si el alumno presenta un aspecto físico y una higiene descuidada; llega sin haber desayunado y con “un apetito desmesurado”; falta mucho a clase... Diferentes conductas anómalas en el comportamiento y hechos como no querer volver a casa pueden esconder un maltrato emocional.

Los profesionales que ven estos indicadores pueden activar al RUMI rellenando un formulario y así los Servicios Sociales pueden intervenir para determinar si hay maltrato.

En la mayoría de los casos notificados se ha descartado el maltrato, aunque eso no quiere decir que no haya alguna problemática. Desde el Govern recuerdan que además de los episodios detectados a través del RUMI, hay más víctimas de maltrato infantil que son localizadas por otras vías.