La genética de los chuetas es especial. De hecho, la línea evolutiva mayoritaria entre este grupo es muy rara, se encuentra muy poco en el mundo e incluso hay una variante, una mutación específica, que no tiene ningún otro grupo de población en todo el planeta: es una mutación específica propia de los chuetas.

Esa es una de las conclusiones a las que ha llegado Joana Francesca Ferragut en su tesis, presentada recientemente en la Universitat de les Illes Balears (UIB) y centrada en investigar el legado genético de los chuetas, aquellos descendientes de un grupo de judíos sefardíes que se asentó en Mallorca durante la diáspora. A pesar de su conversión al cristianismo, entre finales del siglo XIV y el primer tercio del XV, hubo un grupo que mantuvo prácticas criptojudías.

Durante el siglo XVII, fueron perseguidos y condenados por la Inquisición y sus descendientes son los chuetas. La memoria colectiva no olvidó sus orígenes, y durante mucho tiempo fueron discriminados y aislados por la población cristiana de más edad de la isla, un cierto estigma que perduró hasta mediados del siglo XX: no hace tanto.

¿Cuántos chuetas hay en Mallorca? La tesis no recoge una cifra. Algunas estimaciones apuntan que son unas 20.000 personas. Hace seis años los chuetas saltaron a los medios ya que una importante autoridad rabínica les reconoció el derecho a ser reconocidos como judíos si podían demostrar que eran chuetas por vía materna.

La característica principal de la comunidad chueta son los 15 apellidos reconocidos ( Aguiló, Bonnín, Cortés, Forteza, Fuster, Martí, Miró, Picó, Piña o Pinya, Pomar, Segura, Valls, Valentí, Valleriola y Tarongí) y su alto grado de endogamia.

Ante esta particularidad en la demografía mallorquina, la bióloga se planteó investigar hasta qué punto el aislamiento cultural de este colectivo empobreció su diversidad genética. Asimismo, se planteó confirmar su origen sefardí; estimar si se han mezclado mucho o no con el resto de la población mallorquina; y, por último, evaluar las diferencias a las contribuciones genéticas entre las mujeres y los hombres.

¿Cómo se investiga todo esto? La Universitat ya atesoraba muestras de ADN de una investigación que hizo sobre los chuetas en 1992. Y además, gracias al boca-oreja y con la colaboración de la asociación Memòria del Carrer (que hace genealogías y también atesora muchos datos históricos), han recogido nuevas muestras (de sangre o de mucosa bucal) de voluntarios chuetas. Asimismo, y para comprobar el origen sefardí y comparar con otras poblaciones judías (asquenazis, del norte de África, y de Oriente Medio) se han pedido muestras a una universidad de Tel Aviv.

"Diferencias significativas"

Los resultados: el más evidente es que hay "diferencias significativas" entre los chuetas y el resto de mallorquines y también con otros grupos judíos.

Para realizar las comparaciones, Ferragut se ha fijado entre otras cosas en los datos referentes al cromosoma X. Y ha visto que en el proceso de mezcla con el resto de mallorquines, hay una diferencia por sexo: los hombres han preservado más el legado genético judío mientras que más mujeres mallorquinas se han mezclado.

La hipótesis de Ferragut es que como en el caso de las mujeres el apellido acaba 'perdiéndose' en dos generaciones no era tan llamativo ni preocupaba tanto si un hombre chueta se casaba con una no chueta, ya que el apellido de él, el chueta, se preservaba igual.

Diversidad genética

Una de las sorpresas de la investigación, dirigida por Antònia Picornell y José A. Castro, es que pese a ser una población aislada y con cierta tendencia a la endogamia, entre los chuetas hay bastante diversidad genética.

Su legado genético no se ha empobrecido, algo clave para la supervivencia de cualquier especie: "Cuanta más diversidad, mejor". Y los resultados de ADN mitocondrial analizados por esta investigadora muestran "unos altos niveles de diversidad".

¿Cómo es eso posible? Sería necesario realizar otra investigación para determinar las causas con seguridad, pero una hipótesis planteada en el Grupo de Genética de la UIB donde trabaja Ferragut es que los chuetas seguían "estrategias matrimoniales". La investigadora aventura que aunque solían casarse entre ellos, no siempre lo hacían con miembros de la misma familia o intentaban hacerlo con gente de fuera de la isla.

Volviendo al ADN mitocondrial, la tesis recoge que aunque se han detectado líneas evolutivas europeas en los apellidos maternos, también hay "señales claras" de su origen en Oriente Medio.

Un "distintivo único" en el mundo

Lo más distintivo y único del legado genético chueta es que poseen un linaje muy raro y poco frecuente a nivel mundial: el ROa2m, que además presenta en el caso de los chuetas una mutación específica que define una variante de esta línea evolutiva que no se había visto antes en ningún otro grupo poblacional en todo el planeta. Un distintivo único de los chuetas.

Sobre las líneas paternas, la tesis certifica a partir de los resultados del cromosoma Y que los chuetas tienen una línea evolutiva muy similar a la de los judíos sefardíes, con altas frecuencias además de líneas propias también de Oriente Medio. Este trabajo también ha detectado el contacto de esta población con judíos norteafricanos y asquenazis.