Jaume Matas ha sido condenado a siete años de inhabilitación por el llamado caso Ópera y, si bien el expresident no tendrá que entrar en prisión, deberá asumir con su patrimonio el pago de una indemnización de 1,2 millones de euros, cantidad que corresponde con la minuta que el Govern pagó al arquitecto Santiago Calatrava.

Esta sentencia la ha dictado el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma, que ha decidido absolver al president por un delito de tráfico de influencias, por el que la fiscalía y el Govern reclamaban una pena de prisión.

El tribunal llega a la conclusión de que Jaume Matas "actuó con un sentido patrimonial del cargo que ocupaba y asumió atribuciones que no le correspondían, por no ser órgano de contratación, prescindiendo totalmente de las normas sobre contratación administrativa".

Creen los jueces que el político "comprometió el erario público", dado que el propio Matas reconoció en el juicio que el proyecto de construir el palacio de la Ópera fue una idea exclusivamente suya, al igual que fue suya la contratación del arquitecto Santiago Calatrava.

El tribunal cuestiona que el president no acudiera a la fórmula de contratacón del concurso de ideas, sino que se saltó todas las normas administrativas y decidió la contratación directa y sin concurso de Calatrava, con independencia del prestigio profesional internacional que tiene el arquitecto.

Los jueces tienen muy claro que había otros profesionales que podrían haber optado a presentar un proyecto para realizar una remodelación del Paseo Marítimo y del Moll Vell, por lo que no se justifica que el Govern de Matas impulsara la contratación directa y sin concurso de Calatrava.