Representantes de la enseñanza concertada han mostrado hoy a la presidenta del Govern su preocupación ante la construcción de nuevos centros públicos, algo que, especialmente en la Part Forana, podría traducirse en un descenso de alumnos en los centros concertados y, por lo tanto, dificultades para mantener la concertación. Así lo ha hecho entender el presidente de la patronal CECEIB, Ventura Blach,Ventura Blach en el desayuno organizado por la entidad y que en esta ocasión ha tenido a una afónica Francina Armengol como invitada.

Tras el parlamento de la presidente, Blach ha inaugurado el turno de preguntas pidiendo al Govern que cuando se planee la construcción de un nuevo colegio o instituo público en un municipio se hable antes con los colegios concertados de la zona para ver si estos pueden asumir la demanda de plazas: "No nos oponemos ni mucho menos a que se contruyan centros nuevos, pero pedimos que se abra un diálogo, que se estudie cuidosamente si es necesario o si los concertados de la zona pueden asumir esa falta de plazas", ha indicado, "eso ahorraría bastante dinero al Govern y evitaría la destrucción de puestos de trabajo en la concertada".

La socialista no se ha comprometido de forma explícita a ese acuerdo previo con la concertada antes de iniciar la construcción de centros públicos, aunque se ha mostrado a favor del diálogo con la concertada y de la eficiencia. Ha respondido que "el Govern tiene la obligación de una forma clara de tener los centros públicos que puedan garantizar la escolarización de todos nuestros niños".

Ha señalado que es "evidente" que el número de escuelas concertadas es muy elevado y ha reiterado su intención continuar dialogando con este sector y ha recordado que el Govern es quien "ha de planificar donde ha de construir los centros públicos, algo que es competencia suya compartida con los ayuntamientos". De todas formas, ha señalado que a la hora de realizar el Plan de Infraestructuras (documento que calificó como "de consenso" y "vivo") si la conselleria de Educación detectaba un municipio con fuertes necesidades de escolarización y sin colegios concertados, se priorizaba allí la construcción de un nuevo colegio público antes que en municipios que sí tienen concertados con plazas disponibles.

Armengol consideró "lógica" esta decisión en aras de la eficiencia, aunque también razonó que existía una gran necesidad de crear infraestructuras públicas nuevas dada la escasa inversión hecha en este ámbito durante la anterior legislatura. En este sentido, ha tratado de que hacer entender que los centros no se construyen de un día para el otro y que por ello han tenido que "tirar de aulas modulares", una opción que ha admitido que "no es la apropiada para nuestros niños".

Los sindicatos presentes en el evento han planteado una pregunta conjunta y muy concreta: ¿El presupuesto de 2018 tiene previsto ya temas como la reducción de la jornada lectiva de los profesores de concertada y el inicio del abono de los sexenios? La presidenta no ha entrado al detalle, aunque ha reconocido que le gustaría "que las cosas fueran más rápidas" y ha garantizado que se cumplirán los compromisos adquiridos antes del fin de la legislatura. Otra pregunta del público ha hecho referencia a ese presupuesto de más de mil millones de euros que, según anunció Armengol en el Debate de Política General, en teoría tendrá Educación en 2019: ¿Qué porcentaje de esos mil millones serán para la enseñanza concertada, que representa el 40% de la educación del archipiélago? Tampoco lo ha precisado la líder socialista, que ha razonado que la obligación de su Govern es siempre "priorizar a los más débiles y luego poco a poco a los demás".

Aunque no ha ido más allá respecto a presupuestos futuros, la presidenta sí ha hablado de los pasados y ha recordado que desde que inició su mandato la partida para la concertada se ha incrementado en 16 millones de euros y se han podido contratar a 180 profesores más, una treintena de ellos de Atención a la Diversidad.

Un director de un colegio concertado ha planteado la necesidad de que el Govern inicie una campaña para "redignificar" la imagen de la enseñanza y los centros en general, una idea con la que Francina Armengol se ha mostrado de acuerdo y que ha asegurado que de hecho es algo que han intentado hacer desde que llegaron al Consolat de Mar. Sin mencionar las críticas por un supuesto adoctrinamiento en las aulas de Baleares a raíz de la situación en Cataluña y sin referise a la propuesta (finalmente rechazada) de Ciudadanos de crear una agencia especial para evitar ese adoctrinamiento, la presidenta ha lamentado "los ataques" de determinados grupos políticos al sector educativo en las Cortes Generales y que se use la educación "como arma de enfrentamiento político". Ha reiterado su confianza en el profesorado y en los centros educativos.