La segunda jornada del debate sobre el Estado de la Comunidad fue una ventana abierta a la nostalgia. José Ramón Bauzá irrumpió en el Parlament en calidad de invitado para presenciar el estreno de Biel Company como jefe de la oposición, pero acabó acaparando los micrófonos.

La votación en el pleno del Senado mañana para activar el artículo 155 que suspenderá la autonomía de Cataluña ha rescatado del olvido al expresident para situarlo momentáneamente -eso esperan en el PP balear- bajo los focos.

Bauzá había pactado una breve declaración para IB3, pero apelando a su condición de cargo público el resto de periodistas que cubrían el debate le forzaron a comparecer en una rueda de prensa improvisada para todos los medios. "Y decían que estabas acabado", le susurró un colaborador mientras el expresident, envuelto en un enjambre de periodistas, se dirigía a un atril para confirmar que, efectivamente, votará a favor del 155.

Mientras Francesc Antich deshoja la margarita, Bauzá cuenta las horas para su gran momento como senador. Tampoco ha habido muchos más. El popular ha registrado veinte iniciativas en dos años. Una raquítica actividad que contrasta con la del atribulado Antich, que acumula 1.646. Una de las últimas iniciativas de Bauzá es de rabiosa actualidad: "Solicitud de copia del acta taquigráfica correspondiente a la sesión de la Comisión de Investigación de las responsabilidades políticas derivadas de la creación y actuación de los GAL celebrada el día 27 de noviembre de 1995".

El expresident reinó en los pasillos y en el hemiciclo. Cuando Francina Armengol quería hacer daño de verdad a Company le recordaba que había formado parte del Govern de Bauzá. "Cometimos errores", dijo el popular sacando bandera blanca.

Marga Prohens asumió obediente su papel de secundaria. Un airado Antoni Camps enmendaba cada frase de Armengol. Y el multiimputado Álvaro Gijón corroboró en su escaño que está "muerto civil y políticamente", según su propia definición.

El debate agonizaba hasta que David Abril encendió la luz con una referencia futbolística: "El conseller Vidal es el Messi de la política agrícola". Jaume Font recogió el guante: "Recuérdele a su Messi que hay agricultores esperando cobrar la subvención".

Podemos facilitó a los periodistas el discurso de Alberto Jarabo olvidando borrar algunas acotaciones: "El bon llaüt del canvi avui se troba al mig d'un oratge (D'UNA MAR GRUIXADA)". El líder morado y Laura Camargo no se regalaron ni una mirada.

Los estrategas del PSIB y el PP quisieron trasladar el debate a Twitter, sin demasiado éxito. La etiqueta #AnamBeBiel lanzada por los populares encontró una rápida respuesta de los socialistas: #BielNoAnam. Todo muy comedido, previsible e inocuo. Como el intercambio dialéctico entre Armengol y Company. Aún faltan dos años para las elecciones, ya habrá tiempo de sacar la artillería.