La empresa concesionaria del matadero de Palma baraja el cese de actividad de la instalación cárnica antes de que acabe el año. El empresario que gestiona la concesión pública ya ha comunicado sus planes al sector y los ganaderos temen ahora que el cierre del matadero de la capital acabe reventando la campaña de lechona y cordero de estas Navidades.

La empresa adjudicataria Escorxador i Serveis Càrnics Palma S.L, propiedad del empresario ganadero Joan Pocoví, podría abandonar la instalación pública que gestiona desde 2013 en los próximos dos meses. Así lo ha trasladado a los ganaderos de la isla, según informan fuentes del sector. La preocupación de los ganaderos es que, de llevar a cabo sus planes, el cese de actividad del matadero reviente la campaña de Navidad.

El concesionario baraja la posibilidad de abandonar el matadero a raíz de la suspensión de la subvención por pérdidas que recibe la instalación cárnica por parte del Ayuntamiento de Palma. Cort decidió el pasado mes de julio abrir un expediente al concesionario y abrir una investigación interna sobre la contabilidad del matadero después de que este diario informara de la incautación por parte de Hacienda de numerosa documentación de la instalación y el hallazgo de facturas emitidas dos veces a las mismas empresas cárnicas clientes en fechas coincidentes pero con distinta cuantía, en un indicio de una supuesta doble contabilidad.

Colapso en los mataderos

Aunque hay otros tres mataderos en Mallorca -los de Inca, Manacor y Felanitx- el de Palma es el que asume mayor volumen de ganado. De este modo, el cierre de la instalación cárnica de la capital supondría un aumento del trabajo en las otras instalaciones que podrían verse desbordadas, más en una fecha del año en que aumenta la actividad por le consumo de lechona o cordero. Además, las empresas de Joan Pocoví son las que más volumen de carne mueven en la isla y, en la actualidad, se procesa en el matadero de Palma; de modo que debería llevar a sacrificar su ganado a otro de los mataderos, lo que implicaría el colapso de las instalaciones. El temor es que ante esta situación, los ganaderos deban reducir su producción ante la incapacidad de los matadero de asumirla toda.

Las pérdidas serían significativas en la época del año en que el sector saca más beneficios.

La posibilidad del cese de actividad en el matadero de Palma por parte de la empresa adjudicataria ya fue comunicada a los trabajadores de la instalación, según afirman estos mismos, un extremo que la semana pasada negaba el empresario adjudicatario. De hecho, el posible cierre ya ha motivado la reclamación de tres matarifes del matadero para ser reconocidos como asalariados y la demanda por parte de estos ante los tribunales por su situación, según denuncian, de falsos autónomos. Ahora, el escenario se ha trasladado al resto del sector, que empieza a movilizarse para hallar una solución y evitar el cierre.

Pocoví tiene la adjudicación del matadero de Palma desde 2013, cuando la quiebra de la empresa pública CarnIlla que lo gestionaba, puso en peligro la continuidad de la actividad de las instalaciones. Para su mantenimiento, el Ayuntamiento de Palma mantiene una subvención a cinco años, financiada en un 45% por el Govern, a través de la conselleria de Medio Ambiente, para sufragar las pérdidas. La empresa ha recibido en los últimos cuatro ejercicios más de medio millón de Cort.