Los cambios en torno al ahorro de los baleares no se limitan a su volumen, en fuerte crecimiento, sino que llegan también al destino que se da al dinero, con un factor clave en esta materia: la rentabilidad que ofrecen en este momento los depósitos es prácticamente nula. Y ante esta situación, los ahorradores se decantan por la liquidez.
En junio del pasado ejercicio, el valor de los depósitos a plazo fijo alcanzaba en las islas los 6.843 millones de euros, mientras que a mediados de este año había descendido hasta los 5.035 millones. En junio de 2015 se habían llegado a los 8.693 millones, lo que refleja la velocidad de esta bajada. Porque puestos a no recibir apenas intereses por el dinero, al menos se quiere evitar tenerlo comprometido durante un tiempo fijo y se opta por la liquidez que ofrecen las cuentas de ahorro y a la vista.
Un aspecto señalado por los economistas es que los movimientos que se ha dado en el ahorro depositado en Cataluña hacia otras autonomías no se va a apreciar en los informes del Banco de España, dado que no cambian los dígitos que identifican la cuenta.