El vicepresidente del Govern y conseller de Turismo, Biel Barceló (Més), ha mostrado hoy en el pleno del Parlament "solidaridad" con los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y de Òmnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, encarcelados ayer por la noche acusados de promover el asedio a la Guardia Civil el 20 de septiembre durante una operación para impedir el referéndum independentista del 1 de Octubre. "Volvemos a tener presos políticos en España", ha dicho Barceló.

El vicepresidente ha aprovechado una interpelación del PP sobre el Plan Juncker para pronunciarse sobre la situación en Cataluña, minutos después de que la portavoz del Govern, la socialista Pilar Costa, respaldara su postura de pedir la mediación de la UE. Tras recordar que la Comisión Europea, presidida por Juncker, tiene la "responsabilidad de garantizar que los Estados miembros sean respetuosos con la legislación de la UE", ha afirmado que por ello, "independientemente de la opinión política que tenga cada uno" respecto "al conflicto entre los gobiernos de Cataluña y España" es "perfectamente pausible que la Comisión Europea en particular y las instituciones europeas en general, puedan jugar un papel de facilitadores para encontrar soluciones políticas dialogadas".

En este sentido, se ha mostrado convencido de que, a pesar de "las intervenciones negativas que hasta ahora ha hecho el propio señor Juncker" respecto a esta posibilidad de mediación, "es muy probable que alguien (de la Comisión Europea) ya esté haciendo este papel (de mediación) de manera discreta".

Ha añadido que, tras el encarcelamiento de Sánchez y Cuixart, "se hace más necesario que nunca defender los valores de los principios democráticos" y ha considerado que el que el PP y el Gobierno de Mariano Rajoy "continúen obstinados en rechazar esta apuesta por el diálogo y los principios democráticos más elementales es una mala noticia para todos". Para Barceló, el PP balear tiene "un problema grave" cuando no entiende que "un Govern democrático" como el balear "se pueda preocupar por el cumplimiento de los valores y principios democráticos".

Rechazada la propuesta del PP de apoyo a Policía Nacional y Guardia Civil

El rechazo, con los votos del Pacto, a la Proposición No de Ley del PP por la que planteaba el respaldo del Parlament balear a la Policía Nacional y Guardia Civil, tras su actuación en la jornada de referéndum del 1 de octubre, ha puesto el punto final a un pleno marcado un martes más por el conflicto catalán. La propuesta popular, que se ha votado tras un tenso y crispado debate caracterizado por acusaciones entre PP y el Pacto, ha contado con el respaldo de Ciudadanos mientras que El Pi ha optado por la abstención en algunos puntos y el voto en contra en otros.

Previamente, el PP había rechazado las enmiendas del PSIB en las que los socialistas pedían que la Cámara balear mostrara su "rechazo" a las "órdenes políticas" del Gobierno de Mariano Rajoy a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado e instaba al Ejecutivo estatal y a la Generalitat de Cataluña a dialogar.

La propuesta del PP se centraba en que el Parlament manifestara su "total e incondicional" apoyo a la Policía Nacional y la Guardia Civil por su labor de defensa y protección de los derechos y libertades "desde la legalidad constitucional, la soberanía nacional, el Estado de Derecho, la democracia y la convivencia entre españoles". Además, pedía que la Cámara balear mostrara su "condena por el asedio sistemático" a la que "están siendo sometidos" los miembros de la Policía Nacional y Guardia Civil. A ello los populares añadían que el Parlament instara a las instituciones españolas a utilizar con "determinación y firmeza, así como desde la proporcionalidad y oportunidad, todos los mecanismos que, en defensa de la soberanía del pueblo español y del interés general de España, le atribuyen la Constitución y las leyes", así como actuar, "con las herramientas del Estado de Derecho, contra las iniciativas que pretendan, desde la ilegalidad y contra la voluntad democrática del conjunto del pueblo español, conculcar nuestro marco constitucional y la unidad de España".

Las enmiendas de modificación presentadas por el PSIB proponían que el Parlament reiterara "su apoyo a todos los servidores públicos" y a la vez manifestara "su rechazo a las órdenes políticas que dio el Gobierno de España a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, lo que supuso una actuación desproporcionada" el 1 de octubre en Cataluña. Junto a ello, los socialistas defendían que el Parlament instara al Gobierno central y a la Generalitat catalana a "establecer un proceso de diálogo inminente" para solucionar el conflicto y "hacer posible consensuar una propuesta enriquecedora para que Cataluña siga formando parte de España"