La construcción de viviendas plurifamiliares (bloques de pisos) no logra remontar en Mallorca. En siete de cada diez poblaciones de la isla no aparece ni un solo proyecto para la futura edificación de este tipo de inmuebles, al estar centrada la actividad inmobiliaria en la construcción de chalés y adosados, un producto que queda fuera del alcance de los bolsillos de la mayoría de los isleños, según los datos facilitados por el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de la isla. Otro dato adicional refleja la situación que todavía vive el sector promotor: en diez poblaciones mallorquinas no aparece ni una sola residencia en proyecto, independientemente de su tipología.

Las fuertes tensiones que se viven en la isla a la hora de acceder a una vivienda (la escalada de precios al alza ha ido contagiando también a las viviendas de segunda mano y a los alquileres) tienen entre sus fundamentos la falta de nuevo producto que se pone en el mercado, debido en gran medida a la escasez de suelo disponible y, consecuentemente, al alto precio que ha alcanzado un producto que no cubre la demanda.

Ante la imposibilidad de sacar al mercado viviendas de precio asequible, la actividad inmobiliaria se ha volcado en aquellas destinadas al mercado de mayor poder adquisitivo, y muy especialmente a la edificación de chalés.

Los datos facilitados por los aparejadores así lo revelan: durante los nueve primeros meses de este año este colectivo ha visado en Mallorca proyectos para la futura edificación de 1.178 viviendas, de las que 507 son unifamiliares y 189 adosadas. Eso reduce las futuras residencias plurifamiliares a 482 en ese plazo de nueve meses, una cifra que no cubre ni de lejos las necesidades de acceso a una primera residencia de los isleños.

Pero además hay un elemento añadido: esos mismos plurifamiliares se suelen situar actualmente en una franja de precios que supera también el poder adquisitivo medio de las familias mallorquinas, según se viene reconociendo desde la patronal de promotores de Balears, lo que implica que su destino suele ser el de segundas residencias en zonas atractivas para extranjeros o el de acoger a población isleña con alto nivel de rentas

Distribución de proyectos

¿Dónde se proyectan estos escasos plurifamiliares? En Palma se contabilizan 242, municipio al que siguen los 82 en Capdepera, 33 en Santanyí, 24 en Pollença, 21 en Deià, 20 en Son Servera, 18 en Ses Salines, 11 en Marratxí, y 10 en Andratx, a los que se añade un goteo en diferentes poblaciones hasta sumar un total de 16 municipios con proyectos de plurifamiliares en toda Mallorca.

Un dato a tener en cuenta es que en 10 pueblos de la isla, mayoritariamente de pequeño tamaño, no aparece ni una sola vivienda visada en nueve meses, lo que refleja el parón que la actividad constructora registra todavía en muchas zonas. En este listado se encuentran Alaró, Banyalbufar, Escorca, Estellencs, Lloret, Mancor, Maria de la Salut, Montuïri, Sóller y Vilafranca.

El panorama cambia radicalmente cuando se analizan los proyectos destinados a futuros chalés. En este caso, aparece algún visado en todas las poblaciones isleñas con la excepción de las 10 antes señaladas en las que la actividad vinculada a futuros proyectos es nula.

La lista de los unifamiliares la encabeza Andratx, con 63 viviendas visadas, por encima de Palma, donde aparecen 62 proyectos de esta tipología. Calvià aparece en tercer lugar, con 54 chalés visados, seguida de los 37 de Santanyí, los 28 de Campos, 24 en Marratxí, 22 de Felanitx y Llucmajor, 21 en Alcúdia y Manacor, y 20 en Artà. La lista la completan otras muchas poblaciones con un número de proyectos inferior a los antes señalados.

Finalmente, los visados de viviendas adosadas aparecen en 25 poblaciones de Mallorca (a destacar que esta cifra supera a la de municipios con plurifamiliares en proyecto). Este listado lo lidera Palma, con 46 futuras residencias de este tipo, seguida de Santanyí con 30, Marratxí con 26, Manacor con 12, Llucmajor con 11 y Ses Salines con 10, por citar los casos con las cifras más altas.

Desequilibrio evidente

A la hora de explicar el desequilibrio existente en estos momentos, desde el sector inmobiliario se recuerda que la inmensa mayoría de los isleños vive en residencias plurifamiliares, y sin embargo son las unifamiliares las que se están proyectando con mayor intensidad.

Este problema aparece reflejado en algunas de las poblaciones con mayores cifras de habitantes y consecuentemente con mayor demanda residencial. En Palma se han visado 108 chalés y adosados frente a los 242 plurifamiliares, pero el caso de Calvià es aún más llamativo: 54 chalés frente a cinco plurifamiliares. Y Manacor hace que este problema sea aún más evidente: 33 chalés y adosados y ni un solo plurifamiliar. En Inca aparecen cinco chales y adosados, y tampoco se ha visado ningún proyecto plurifamiliar. Llucmajor presenta 33 chalés y adosados frente a dos plurifamiliares. En Marratxí se contabilizan 50 unifamiliares y adosados y solo 11 plurifamiliares.

Estos datos hacen patente, según las patronales del sector, que la población mallorquina se enfrenta a un grave problema de acceso a una vivienda, y explica por qué los jóvenes de las islas son los que presentan las mayores dificultades de toda España para acceder a su primera residencia.