Un empresario del ocio nocturno de Calvià manifestó durante su declaración judicial en el marco del caso Cursach que el vídeo del 'mamading', que causó un gran escándalo en el verano de 2014 al aparecer una joven irlandesa realizando felaciones a un grupo de turistas británicos dentro de un local en Magaluf a cambio de copas gratis, fue un montaje para perjudicar al pub.

"Eso no lo hizo la chica por voluntad propia, si se fijan la chica está pendiente de la cámara", indicó el testigo a los investigadores, convencido de que fue un plan de la competencia para perjudicar al pub. Según su versión, provocaron esta situación y propiciaron que se difundiera la grabación con la finalidad de arruinar el negocio. Por eso, ahora dicen que "es un montaje", añadió el empresario de Magaluf. "Lo que toma fuerza es que eso lo ha hecho una empresa de ocio", insistió el testigo, quien detalló que no quería problemas con Cursach, porque "es muy poderoso, te mete cuarenta abogados y cualquiera te denuncia". La polémica por el vídeo del 'mamading' se saldó con una multa a la empresa organizadora y al bar donde ocurrieron los hechos y la orden de clausura del local durante un año por parte del ayuntamiento de Calvià.

Por otro lado, el testigo se refirió a otro vídeo comprometedor, en este caso para la Policía Local de Calvià, cuando un agente supuestamente colocó droga junto a un sofá durante una redada al inspeccionar un pub de Magaluf.