"Han metido a los niños como pollos, desde 14 a 18 años". Un empresario rival de Cursach revela en el sumario de la 'Operación Sancus' contra la presunta trama de corrupción policial que el aforo de las principales discotecas del magnate de la noche mallorquina se "amplía de forma alarmante" gracias a los viajes de estudios. Lo hacen "todo a lo bestia", recalca el testigo en su declaración judicial.

"En los viajes de estudios meten muchísimos niños en BCM y Titos, niños de 14 años con niños de 18", detalla el empresario, que antiguamente había trabajado para Cursach, quien desde el pasado mes de marzo permanece en prisión provisional junto con Tolo Sbert y Antoni Bergas, considerados por la Policía como sus más estrechos colaboradores y hombres de confianza.

"Esto se hace a la vista porque está lleno de autocares y grupos de niños. Hace ya quince años que se hace y este verano ha sido así", explica el testigo durante su comparecencia en agosto de 2014. Según su versión, tiene que haber muchas ambulancias que hayan ido a Titos, en Palma, y a BCM, en Magaluf, en ese periodo, en julio en días entre semana.

"Los otros locales tienen claro que no pueden hacerlo porque si tienen una inspección y hay menores, cerrarán el local", añade el empresario. Según su versión, las discotecas abren todos los días y acuden 7.000 adolescentes de forma diaria. "Entre semana van a Palma y el viernes y sábado, a Riu El autocar los recoge en sus hoteles y los llevan a las discotecas, todas del grupo Cursach", apunta el testigo en referencia a los viajes de estudios.