Una conversación grabada por un testigo evidencia el trato de favor que recibían los negocios de Cursach por parte de algunos policías locales de Palma. Esta prueba recoge una entrevista en la discoteca Tito's en 2015 entre el entonces jefe de la Patrulla Verde, Gabriel Torres, y el director del local, Jaime Lladó,Jaime Lladó ambos imputados en la causa de corrupción. "Tenga cuidado, esta noche estaremos pendientes del aforo", le dice el agente. "Lo vamos a llevar más a rajatabla", replica Lladó tras el aviso.
La charla fue registrada en la noche del 5 de abril de 2015, en plenas fiestas de Semana Santa, según recoge el sumario. "La situación es la siguiente. Venimos a comprobar los aforos. Hay dos formas, como le hice saber antes de entrar. Una es venir a las tres y encontrarnos lo que hay, y la otra es, creo que ustedes se la merecen, es avisarles de que estamos pendientes, estamos justo para esto esta noche", expone Torres. El jefe de la Patrulla Verde le dice entonces a Lladó: "Tenga cuidado".
Torres pide entonces información al director de Tito's sobre la cantidad de clientes que pueden tener esa noche. "Nos ha llegado esta información, de que hoy hay un evento especial. ¿Cuánta gente esperan?", pregunta. El responsable de la discoteca cuenta entonces que han hecho una oferta para que la gente fuera pronto y que es posible que a las dos o dos y media de la madrugada la afluencia bajara mucho. "Esperamos lleno. Nosotros llevamos un control de esto, si vemos que más o menos estamos en los números, lo que haremos ser dar orden, como siempre hacemos, para que entren unos y otros salgan. Con el tema del sello, pues lo vamos a llevar más a rajatabla. Bueno, lo que hacemos siempre", sostiene. "Me consta que lo hacen, pero quería que supiera? Hemos querido decírselo que estaremos pendiente, otra noche no lo haremos y vendremos a la hora más álgida", replica Torres.
La conversación fue grabada por otro policía local, que estuvo en la entrevista entre Torres y Lladó. Este agente, convertido en uno de los testigos más importantes de la causa, reprochó al jefe de la Patrulla Verde, ante otros funcionarios en el cuartel de Sant Ferran, esta actuación, ya que temía que le hubieran utilizado para implicarle posteriormente.
La investigación de la Policía Nacional, la fiscalía Anticorrupción y el juez Manuel Penalva apunta a que Gabriel Torres y otros miembros de la Patrulla Verde actuaron al servicio del Grupo Cursach y Pabisa para favorecer sus intereses. Infinidad de testigos sostienen que los agentes se dedicaban a acosar a los negocios que competían con estas empresas, a las que además beneficiaban avisándoles con antelación de las escasas inspecciones que realizaban en sus locales. A cambio, los policías recibían diferentes prebendas, como dinero en metálico y consumiciones y servicios de prostitución gratuitos.
