No hay Pacto de Progreso que se precie que no tenga su tractorada. Y esta legislatura no iba a ser diferente. Ayer fueron 31 los tractores que recorrieron parte de las avingudes, el paseo Mallorca, Jaume III y el Born antes de recalar en su destino final, el Consolat de la Mar.

Treinta y un tractores a los que precedieron cerca de tres mil quinientos manifestantes, según la Delegación del Gobierno (siete mil, según los organizadores), unos cien de ellos en caballos y carrozas, que salieron ayer a la calle en defensa del mundo rural. Un ámbito que, en su opinión, está en peligro por las últimas leyes y actuaciones del Govern y del Consell de Mallorca, instituciones que a su juicio prefieren contentar a grupos ecologistas y animalistas que nada saben de la payesía. "Quién quiere a su tierra no traiciona sus tradiciones", "atacar el mundo rural es atacar nuestro patrimonio cultural". o "libertad para el mundo rural y respeto para su gente", fueron los eslóganes machaconamente repetidos durante todo el recorrido hasta el Consolat por las principales arterias de la ciudad. Sin olvidar, claro está, las voces que se acordaron con poco cariño del conseller del ramo Vicenç Vidal.

El presidente de la Federación Balear de Caza, Pedro Bestard, proclamaba que cazadores, agricultores, pescadores, taurinos y caballistas, todos ellos incluidos en la recién creada plataforma en defensa del mundo rural, "ya estamos hartos de tantas restricciones". Bestard, que aseguró que en Mallorca hay unos 15.000 cazadores, 18.000 en todas las Balears, ya adelantaba cifras de su convocatoria de protesta.

"Hemos vendido 2.500 camisetas a tres euros cada una, su precio de coste", revelaba. Unas camisetas blancas en las que se podía leer su grito reivindicativo , " Ja no podem més", confeccionado con los inequívocos colores de los tres partidos que sustentan al actual Govern: PSIB-PSOE, Podemos y Més.

Algunos de los manifestantes como Tomeu o Llorenç Llull, cazadores ambos, lamentaban la proliferación de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) o la prohibición de tradicionales competiticiones cinegéticas como el tiro al pichón o a la codorniz.

Conservacionistas

"Hablan de maltrato animal cuando no saben que para preservar mejor una especie hay que cazar sus machos más viejos. Somos más naturistas y conservacionistas que muchos que se califican como ecologistas o animalistas. Sin olvidar que muchas fincas rurales hoy en día subsisten gracias a la caza", denunciaba Llull.

Una vez que el grueso de la manifestación llegó hasta las puertas del Consolat de la Mar, se esperó paciente y pacíficamente a que los tractores hicieran acto de presencia antes de que el propio Bestard leyera el comunicado preparado para la ocasión.

"Han sido contínuas las ofensas que hemos recibido por parte de los que hoy están ocupando el Govern y el Consell. Prohibiciones y más prohibiciones para satisfacer a unos que se autoproclaman como ecologistas y animalistas", comenzaba Bestard su manifiesto lamentando que el Ejecutivo pretenda establecer "quiénes son los buenos y quiénes los malos" e intente "acabar con nuestra libertad y con nuestra forma de vida y la de nuestros antepasados".

"¡Libertad para seguir viviendo cómo queremos vivir", reclamó el presidente de los cazadores baleares antes de deplorar que "los que alcanzaron el poder prometiendo libertad ahora satisfacen los deseos de una minoría. En definitiva, queremos respeto y libertad. Nunca tuvimos enfrente a un Govern y a un Consell tan ideologizado. Por eso el mundo rural dice: Ja no podem més", concluyó Bestard.