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Turismo

El Consell aplicará unos duros límites al alquiler turístico en el campo

El Pacto de izquierdas se plantea prohibir la actividad o bien elevar hasta diez años la antigüedad de los inmuebles para otorgar nuevas autorizaciones - Otra forma de frenar será la distribución de las 42.000 nuevas plazas, donde se dejarían las mínimas para el suelo rústico

Los partidos del Pacto en el Consell de Mallorca están negociando la redacción del Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos (PIAT), la norma que debe establecer las zonas en toda Mallorca dónde se podrá realizar la actividad del alquiler turístico. Los tres partidos de izquierda (PSOE, Més y Podemos) quieren prohibir o limitar al máximo esta actividad para nuevas autorizaciones de alquiler vacacional en suelo rústico. Según el Consell, en el campo hay más de 10.000 plazas turísticas.

Una de las posibilidades que se están negociando es la de elevar la antigüedad de los inmuebles rústicos que vayan a destinarse a esta actividad turística a un mínimo de 10 años. El reparto de las 42.000 nuevas plazas turísticas de la bolsa que corresponde a Mallorca es otra de las formas que tiene el Consell para poner freno al alquiler vacacional en rústico, dejando las mínimas para el campo y centrar el reparto en urbano.

Nuevas autorizaciones

Estas 42.000 plazas son para nuevas autorizaciones, tanto para hoteles como para alquiler vacacional. Será el PIAT el que dictaminará cuántas plazas para nuevos establecimientos turísticos otorga a cada uno de los 53 municipios de Mallorca, a excepción de Palma que con la ley de capitalidad realiza su propia regulación.

Estas limitaciones que quiere aplicar el Consell solo afectarán a las nuevas licencias, ya que los propietarios de casas de campo que tengan legalizada su actividad podrán seguir realizándola.

Las negociaciones están en fase embrionaria, pero sí que dentro de los tres partidos del gobiernan insular hay voces que claman por que se ponga freno a la construcción en el campo. Las cifras del Consell son lo suficientemente elocuentes. Las solicitudes de autorización llegadas hasta el departamento de Territorio para la construcción de viviendas en suelo rústico aumentaron en 2016 un 27%, al iniciarse un total de 294 expedientes de los cuales 196 fueron favorables. Tanto los técnicos como la propia consellera insular de Infraestructuras y Territorio, Mercedes Garrido, aseguran que el motivo principal de este incremento es el alquiler turístico.

Avalancha de solicitudes

La proliferación de solicitudes de licencia para construir piscinas es la prueba que confirma que muchos propietarios, alertados ante los cambios de normativa turística, aceleraron la promoción de la obra con el claro objetivo de destinarla a esta actividad. Una casa de campo con piscina es una de las ofertas más apetitosas para aquellos turistas que buscan este tipo de alojamiento alejados de los núcleos urbanos.

Las negociaciones que se están llevando a cabo en el seno del Consell, según ha podido saber este periódico, van en el sentido de que, si bien no se prohibirá del todo, si que se aplicará una gran limitación del alquiler vacacional en suelo rústico. Los que ya cuentan con licencia no se tocarán.

En este sentido, una de las propuestas que se han apuntado durante la negociación, según ha podido saber este periódico, es elevar la antigüedad de los inmuebles. Con la actual normativa, que viene de la época del PP y fue elaborada por el conseller Carlos Delgado, solo es preciso contar con una antigüedad de un año para que una vivienda rústica se puede alquilar a turistas. La posibilidad que se ha apuntado es que se pueda elevar hasta un mínimo de 10 años de edad. Según los partidos de izquierda, de esta forma se conseguiría reducir de forma importante la presión que en la actualidad existe sobre el campo mallorquín.

Otra cifra que da argumentos a la necesidad de limitar el alquiler vacacional en el campo es que, según el Consell, el 80% de las infracciones urbanísticas detectadas en los últimos años son de ampliaciones o la construcción de infraestructuras en chalés para destinarlos a la actividad turística en suelo rústico. En concreto, durante el último año, la Agencia de Disciplina Urbanística del Consell ha abierto un total de 160 expedientes de infracción urbanística, de los cuales 120 eran por ampliaciones de viviendas o construcción de piscinas para alquilarlas a turistas.

Por otra parte, de las 280.000 plazas turísticas con que cuenta Mallorca, 120.000 corresponden al alquiler vacacional. Lo que ocurre es que de estas 120.000 solo un 7% están en suelo rústico, el 93% restante están en suelo urbano. Pese a ello, estamos hablando de más de 10.000 plazas las que se comercializan en suelo rústico. En el mapa de junto a estas líneas, documento oficial del Consell sobre el avance del PIAT, se puede apreciar como el alquiler vacacional está extendido por toda Mallorca.Los puntos color de rosa son viviendas de alquiler vacacional, tanto urbanas como en el campo.

La patronal de apartamentos turísticos, Aptur, lanzó esta semana un manifiesto donde exige al Consell de Mallorca una regulación justa de la actividad. Argumentan que el alquiler vacacional solo representa el 15% del total de plazas turísticas, contando incluso el turismo residencial. Asimismo, recuerdan que con restricciones numerosas familias perderá más de un millón de euros.

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