La masificación y sus consecuencias son lo que más inquieta y preocupa a los ciudadanos de las islas, sobre todo a los habitantes de Palma. Esta afirmación se constata en el estudio que el Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES), junto con el Parque de Tecnologías Ambientales de Mallorca (TIRME), la Obra Social La Caixa presentaron ayer. Se trata de la quinta edición del Ecobarómetro de Balears (ECOBAL), un estudio de "opinión pública" sobre diversos aspectos medioambientales. Esta es la quinta edición del ECOBAL, que se ha servido de 600 entrevistas.

Medio ambiente y turismo

No hay duda de que la percepción general de descontento de una gran parte de la población dada por la masificación turística es más que una sensación o una angustia y que se manifiesta de formas que alteran la vida normal y diaria de los habitantes de las diferentes islas.

Aunque según los resultados de las encuestas la percepción que tienen los ciudadanos sobre la calidad del medio ambiente en su isla es positiva ("buena" o "muy buena") en un 54%, cabe recalcar que esta impresión ha bajado 4 puntos respecto al ECOBAL16 del año pasado. En realidad, es desde 2013 cuando la percepción de la calidad del medio ambiente de las islas va menguando ligeramente de manera continuada.

Los problemas que más preocupan a la sociedad, según el desenlace de las encuestas realizadas para el ECOBAL17, son la masificación de coches (36%), la masificación de personas (30%) y la contaminación del aire (27%). A estos tres primeros puntos les siguen la preocupación por el derroche de agua (22%), la suciedad (22%) y el deterioro de las playas (21%).

Este ranking de problemas va directamente relacionado con la respuesta que dan los encuestados a la pregunta de si consideran "excesivo", "adecuado" o "insuficiente" el turismo que llega a su isla a la hora de comparar los costes y beneficios de las visitas de los extranjeros. Un 56 por ciento lo califica de "excesivo" frente a un 34 por ciento que lo ve "adecuado".

Frente a estas respuestas, no sorprende que hasta un 60 por ciento de los ciudadanos baleares que participaron en este estudio sientan que la masificación de personas afecta "mucho" a la conservación del medio ambiente. Esta consideración ha aumentado 11 puntos respecto al ECOBAL16. Aumenta, pues, la consideración de "exceso" de personas y disminuye, según los encuestados, la calidad del medio ambiente.

En cuanto al proceso de construcción tanto de viviendas como de infraestructuras, los resultados indican que un 81 por ciento de los encuestados considera que este proceso ha sido "descontrolado". Desde ECOBAL17, remarcan que una vez analizado el histórico de respuestas, "se aprecia una estabilidad entorno al 80%", pero insisten en que el valor "sigue siendo muy alto".

Relacionado con esta consideración del proceso de construcción, no sorprende que el 61% de la población tenga una visión pesimista sobre el futuro de la conservación del territorio, afirmando que las islas se encaminan a una mayor destrucción, sobre todo Palma, con un 69,4%, seguida de Eivissa, con un 68,5%.

En la misma línea, los encuestados ven "insuficiente" (53%) la superficie de espacios naturales protegidos y creen que es necesario "más esfuerzo" (80%) en la conservación de los ecosistemas costeros y marinos de su isla.

El caso de Palma

Según el director del IBES, Gonzalo Arán, Palma es el territorio que se muestra más insatisfecho con la masificación. Explica que existen "miedos" como la pérdida de identidad. Los ríos de personas que se crean en Palma no dejan espacio, comenta, para la "idiosincrasia" de la ciudad, y recalca que los ciudadanos temen que Palma se convierta en un parque temático.

Arán expuso que el estudio respalda el turismo como "mayor fuente de riqueza que es" de las islas, pero pone de manifiesto que tiene que servir para "advertir" a las instituciones de las consecuencias del exceso turístico. Es una "llamada de atención", dijo, a que los dirigentes pongan interés en focalizar los problemas de la masificación.