Finalmente, médicos y enfermeras deberán acreditar el nivel B2 de catalán para poder trabajar en la sanidad pública balear. El borrador de decreto elaborado por las conselleries de Salud y de Cultura, Participación y Deportes, que desarrolla la Ley 4/2016, de 6 de abril, que regula la capacitación lingüística de los profesionales del Servei de Salut, establece que el conocimiento del catalán es un requisito para todo el personal de la sanidad pública balear.

No obstante, el Servei de Salut y la dirección general de Política Lingüística han acordado que en las convocatorias de categorías sanitarias en las que haya carencia o insuficiencia de profesionales, las personas que no hayan podido acreditar el nivel de catalán exigido serán admitidas en la convocatoria siempre que el número de plazas ofertadas sea superior al número de participantes.

En estos casos, estas personas dispondrán de un plazo de dos años para acreditarlo desde el momento en que tomen posesión de la plaza. En cualquier caso, esta situación afectará únicamente a categorías asistenciales que sean deficitarias y que previamente así se haya reconocido por medio de un informe justificativo del IB-Salut.

El IB-Salut respeta así el derecho de todos los ciudadanos de las Illes Balears a ser atendidos en las dos lenguas oficiales de esta comunidad. Para garantizar este derecho, ha creado recientemente el servicio de Planificación Lingüística, que fomentará la formación y el aprendizaje del catalán entre los profesionales sanitarios, promoverá un proceso de normalización lingüística en los centros sanitarios y estudiará las demandas de los usuarios del IB-Salut en materia lingüística. Este Servicio actuará en coordinación con la dirección general de Política Lingüística.

Alegaciones, el viernes

Ayer se presentó el borrador de este decreto a la comisión técnica de la mesa sectorial de Sanidad y el próximo viernes se presentará en mesa sectorial para que lo apruebe. Algunos de los sindicatos asistentes a la reunión de ayer lamentaron que la Administración tan solo les dé dos días para presentar alegaciones al borrador que se les presentó ayer. Circunstancia que consideraron sintomática de que no se aceptará ninguna modificación en el documento ya hecho público.

Posteriormente, se enviará por la vía de urgencia al Consell Consultiu, paso previo para que finalmente pueda aprobarlo el Consell de Govern en los próximos meses.

El borrador se adecúa a lo que prevén en materia lingüística los acuerdos de gobernabilidad suscritos entre los partidos que apoyan al Govern de esta comunidad.

Como se recordará, una resolución firmada por el director general del IB-Salut, Juli Fuster, a finales del pasado mes de julio eximía del conocimiento del catalán a médicos y enfermeras, medida que desató las iras de Més, partido que exigió que se cumpliera la ley de Función Pública y que, a la postre, obligó al Servei de Salut a dar marcha atrás y a consensuar con la dirección general de Política Lingüística el borrador de decreto que ayer se presentó a los sindicatos sanitarios.

Impuesto por Més

Entre las primeras reacciones, el presidente del Sindicato Médico, Miguel Lázaro, calificó la comisión técnica de "paripé" ya que, a su juicio, el borrador que se presentó ayer a los agentes sociales "ha sido impuesto a nivel político por Més a un IB-Salut desesperado e impotente".

El líder sindical advirtió de que este decreto no facilitará la captación y la fidelización de médicos y aseguró que ha prevalecido el interés político sobre el interés sanitario y asistencial. "Tendremos una sanidad intervenida por un comité de filólogos", ironizó antes de señalar que muchos de los médicos de Primaria que están trabajando en esos momentos con contratos temporales carecen de la titulación para poder opositar.

El secretario general del Sindicato de Enfermería, Jorge Tera, estimó que "este decreto nace judicializado" al recordar que en la actual bolsa de enfermería habrá más de tres mil quinientas candidatas que no podrán opositar por no tener el título de catalán. "Hasta que no se convoquen las oposiciones no se sabrá si habrá o no suficientes candidatos para cubrir las plazas, lo que dice bastante de la inseguridad jurídica que establece este decreto", señaló

"Lógicamente en la bolsa hay unas 1.500 personas que podrán concurrir por las plazas que saquen y que se beneficiarán de una menor competencia, pero con este requisito quizá no se podrán ir de vacaciones tranquilamente en verano porque el catalán también se exigirá en la bolsa para las contrataciones temporales de verano salvo que exista una carencia de profesionales", reveló.

Por último, la secretaria autonómica de los técnicos de enfermería (SAE), Xisca Galmés, tras recordar que su formación apostaba porque el conocimiento de la lengua fuera un mérito, se congratuló de que el decreto trate a todos los trabajadores sanitarios por igual.