El pleno del Parlament aprobó ayer, en una ajustada votación, una propuesta que expresa su "rechazo a que, con la excusa de evitar la celebración del referéndum de autodeterminación de Cataluña, se dificulte o persiga el ejercicio de derechos fundamentales como la libertad de expresión, la libertad de información y el derecho de reunión pacífica y, en consecuencia, insta al Gobierno del Estado a dejar de instrumentalizar a la Fiscalía para afrontar un conflicto de naturaleza política". El texto era una enmienda pactada por Podemos y Més per Menorca a la propuesta del partido morado a favor de la independencia del Poder Judicial, cuyo debate derivó hacia el proceso independentista catalán.

A los votos de Podemos y Més se sumaron los de la diputada de Gent per Formentera, Silvia Tur, y de Josep Melià y Maria Antònia Sureda, de El Pi, cuyo líder, Jaume Font, se abstuvo junto con el PSOE y las exdiputadas de Podemos Xelo Huertas. Con ese reparto de fuerzas la enmienda se hubiera rechazado con los votos de PP y Ciudadanos, pero los populares contaban con tres ausencias en el pleno (Antònia Perelló, Rafael Nadal y Sara Ramon), lo que al final inclinó la balanza a favor de la enmienda, que se impuso por 20 votos a favor, 19 en contra y 17 abstenciones.

Tensión

Tras la votación, los rostros en las filas socialistas evidenciaban el malestar por lo ocurrido, dado que la enmienda (que no encaja con el criterio que está siguiendo el PSOE nacional en este asunto) salió adelante por la ausencia de tres diputados del PP pero también por la abstención del PSOE. En el debate, los socialistas habían propuesto como enmienda 'in voce' eliminar de la enmienda la referencia concreta al referéndum catalán (la frase "con la excusa de evitar la celebración del referéndum de autodeterminación de Cataluña"), en cuyo caso hubiera votado a favor al desvincularla formalmente del proceso independentista catalán. Podemos y Més aceptaron, pero el PP se opuso a que se aceptara esta propuesta, por lo que el texto votado fue el pactado por Podemos y Més ya que estas enmiendas 'in voce' no pueden votarse si algún grupo se opone.

La propuesta inicial de Podemos había sido registrada el pasado 6 de marzo, pero su debate en el pleno se produjo en pleno desafío independentista catalán con el referéndum del 1 de octubre como fecha clave. Así, el lunes ya quedó claro que el debate derivaría a este asunto, aunque la iniciativa inicial se centraba en la independencia del Poder Judicial ante los casos de corrupción por las "presiones" por parte del Gobierno central, al que además se instaba a derogar las leyes de enjuiciamiento criminal y de seguridad ciudadana.

El lunes ya quedó claro que el debate, sin embargo, se centraría en el proceso soberanista catalán, dado que Podemos y Més estaban negociando enmiendas y el PP, a su vez, presentó otra por la que pedía la sustitución de toda la propuesta inicial de Podemos por tres puntos centrados en respaldar "todas las acciones y decisiones que se adopten en cumplimiento del ordenamiento jurídico para hacer cumplir el orden constitucional".

Como era previsible, Podemos no aceptó la enmienda del PP al que Carlos Saura, del partido morado, acusó de "utilizar a la Justicia para perseguir adversarios", perseguir a jueces "valientes" y "colocar fiscales que interesan". Saura sostuvo que "el ataque a la democracia" del Gobierno con el referéndum de Cataluña, dificultando o persiguiendo "derechos fundamentales" para impedirlo, "no es algo aislado", sino que forma parte de la "estrategia" del PP. Mientras, los diputados de Més per Menorca (autores de la enmienda aprobada) exhibían durante el pleno carteles con urnas. Desde la tribuna, el menorquín Josep Castells, parlamentario de este partido, mostró un cartel de Òmnium que fue "secuestrado" dado que se "impidió su distribución".

Soberanismo mallorquín

La enmienda aprobada en el pleno procedía de Més per Menorca, con el claro respaldo de Més per Mallorca cuyo Consell Polític dio el lunes el visto bueno al borrador de un documento de estrategia cuyo título no deja lugar a las dudas: "Mallorca 2030: Dignitat és sobirania". El texto será sometido a debate y enmiendas en el partido hasta el día 28, fecha en la que se celebra la asamblea de Més, y se basa en desarrollar el concepto de soberanía como herramienta política pero "a la mallorquina", es decir, "poco a poco", según explicaron desde el partido.

Bajo el epígrafe 'Cap a la República mallorquina: Mallorca 2030", el documento afirma que "sólo a partir de la consecución de la plena soberanía" Mallorca podrá lograr "las herramientas necesarias" para "desarrollar todo su potencial". Añade que "la soberanía plena sólo se puede conseguir con un instrumento que la materialice, el Estado propio" por lo que, a su juicio, "2030 es el horizonte en el que los ciudadanos y ciudadanas de Mallorca han de poder decidir libremente, mediante la oportuna consulta vinculante, sobre la consecución de un Estado propio" que "junto con el resto de islas hermanas que así lo expresen a través de la soberanía de cada una de ellas, ha de construir un proyecto nacional conjunto a partir de lo que hoy son las Illes Balears". Hasta entonces, Més apuesta por establecer un "calendario" con una "hoja de ruta" que conduzca a ese último objetivo.