La Agencia Española de Medicamentos podría imponer una sanción económica millonaria al catedrático de la UIB, Pablo Escribá, por la venta del producto Minerval sin haber superado las pruebas necesarias para que se pueda comercializar como un fármaco. La institución sanitaria va a abrir un expediente para determinar el nivel de responsabilidad del catedrático, ya que se ha demostrado que este producto se comercializaba como un posible medicamento que curaba el cáncer. El juez Morell, del juzgado de instrucción número 9 de Palma, decidió archivar la causa por estafa iniciada contra el catedrático de la UIB, pero señaló la posibilidad de que los responsables del control de los medicamentos pudieran iniciar un expediente administrativo para sancionar a Escribá, dado que se había comprobado que el Minerval se había estado vendiendo.

La UIB podría sumarse al fiscal

Por otra parte, la UIB está estudiando adherirse al recurso que ha planteado la fiscalía de Palma, que no está conforme con la decisión adoptada por el juez. La fiscal Concha Ariño considera que existió engaño y por tanto el catedrático debería sentarse en el banquillo. El recurso ya se ha planteado ante la Audiencia.