Un debate sereno, pero también cargado de pasión en muchos momentos y de posturas irreconciliables que despertaron los aplausos del público según su cercanía a una causa o a otra. Legalidad contra legitimidad, el sentimiento de nación de Cataluña y su voluntad de decidir el futuro como pueblo contra el régimen democrático salido de la Constitución de 1978.

El Club Diario de Mallorca, con su nuevo coordinador, Alberto Fraile, moderando el acto, ha abierto esta tarde su nueva temporada de actividades con el aforo completo y el debate El desafío soberanista, en el que han participado Joan Oliver Araujo, catedrático de Derecho Constitucional de la UIB; el abogado y expresidente de la Obra Cultural Balear Sebastià Frau; el exalcalde de Palma y articulista de este diario Ramon Aguiló y la escritora y académica Carme Riera.

Oliver Araujo ha recordado como precedente de los acontecimientos que estos días suceden en las calles de Barcelona la sentencia del Tribunal Constitucional que suspendió en 2010 aspectos fundamentales del Estatut de Catalunya, tras ser aprobado en el Parlament y el Congreso, así como las críticas que en ese momento expresó contra esa sentencia. No obstante, inmediatamente después, ha aclardo: "En primer lugar, la ley del referéndum es contraria a la Constitución, Cataluña no tiene competencias para legislar sobre este aspecto. En segundo lugar, la Constitución del 78 está plenamente vigente en Cataluña, donde fue votada de forma más entusiasta que en Madrid y contó con dos de sus padres, Jordi Solé Tura y Miquel Roca i Junyent. Y añadió el catedrático de Derecho Contitucional: "Y en tercer lugar, una vez controlado este intento de golpe de Estado habrá que restablecer los puentes de diálogo y dotar a Cataluña de un nuevo encaje dentro de España", ha considerado.

El abogado Sebastià Frau no ha tardado en responder: "La cuestión catalana no se puede enfocar desde el punto de vista del derecho. Es un precedimiento que conduce al fracaso, como estamos viendo estos días", ha argumentado. "Legalidad y legitimidad son los conceptos básicos de lo que está ocurriendo. Todo el mundo entiende lo que es la ley, pero la legitimidad tiene que ver más con la ética y el sentimiento de justicia. Para que se entienda, un acto ilegal, como puede ser matar, puede ser legítimo si es el defensa propia. Solon, el gran sabio ateniense, decía que la autoridad que obliga a cumplir las leyes tiene que contar con la legitimidad moral". Y se ha preguntado: "¿Era legal el segregacionismo racial de Estados Unidos contra el que se rebeló Rosa Parks o la prohibición del voto femenino que provocó el movimiento sufragista? Sí, que lo era -respondió-, pero no era legítimo".

Primer choque entre participantes. Ramon Aguiló ha replicado a Frau que en un Estado de Derecho "es legítimo lo que es legal y fuera de la ley no existe la legitimidad, claro que la legalidad tiene que ir adaptándose a los tiempos", ha matizado. "Porque si lo que se quiere es convocar un referendum legal hay que cambiar el artículo 2 de la Constitución, aunque pueda haber partidos que se opongan a esta demanda". Frau y Aguiló también confrontaron sus ideas sobre lo que se disputa en Cataluña. Para el primero el derecho a votar y para el segundo la secesión de Cataluña.

La escritora y académica Carme Riera ha resaltado la coincidencia entre el renacimiento de el sentimiento nacionalista de Cataluña y los momentos más profundos de crisis económica en España. "Hay un sentimiento nacional en Cataluña que viene de finales del siglo XIX y que cohesiona a una gran parte de la sociedad. Muchos catalanes se sienten distintos, es algo que llevan muy dentro", ha explicado. "Con la pérdida de Cuba y la crisis política y económica de la época, Cataluña sintió que tenía que alimentar en su mesa a un Quijote", recordó citando un panfleto de la época. "Del mismo modo, ahora siente algo parecido, con un sentimiento más idealista que centrado en razones, como ese cartel que estos días se ha visto en las calles que dice. Sí, a la il·lusió", ha recordado la autora de Dins el darrer blau, que ante el público se ha definido como "mallorquina e internacionalista".